The assistant

Kitty Green (2019)

 

La frustración con la que te deja The assistant creo que se complementa a la perfección con The royal hotel, la segunda peli de este dúo directora-actriz, que me flipó y fue la razón por la que recomendé esta.

Me parece inevitable terminar The assistant con cierta sensación de insatisfacción, y me he debatido mucho entre si esa necesidad de “algo más” es algo criticable a la película o precisamente es su gran virtud.

He acabado decantándome por la segunda opción. Todos esos pensamientos que la protagonista se queda sin decir en voz alta, esas insinuaciones que se camuflan y se disimulan con la complicidad de todos o ese llanto contenido de ella durante toda esa eterna jornada laboral, son la forma que tiene la película de incomodarnos y hacernos cómplices de ese infierno que se vive tras una aparente normalidad (y muchos ruiditos de oficina).

La parte en la que más obvio se hace todo es en la charla con Tom el tío de recursos humanos, en la que la prota se da cuenta de la trampa en la que está metida; una mega empresa en la que todos sus mecanismos funcionan a la perfección para que el Jeffrey Weinstein de turno se salga con la suya, no solo con total impunidad, sino con el reconocimiento de todos. Durísimo el momento en el que una de las trabajadores le dice que no se preocupe porque la nueva va a sacar mucho más rédito que él de ese encuentro en el hotel.

En definitiva, me parece una muy buena película pero poco satisfactoria de ver. En ese sentido The royal hotel es mucho más generosa con el espectador, así que animo a los que no la hayáis visto a ponérosla y disfrutar de esa catarsis que The assistant nos niega constantemente.

Thriller chunguísimo que lo consigue todo sin enseñar nada: produce tensión, nervios y te hace sentir pequeñita, pero es horrible que nunca pase “eso”. Vives en la espera. De verdad que creo que muchísimas mujeres hemos sentido lo mismo en algún momento de nuestra vida sin ni siquiera haber pasado por una experiencia del estilo. En la película falta la explosión, la catarsis, la movida que lo rompa todo en pedazos… pero la realidad es que eso nunca pasa (¿ha pasado alguna vez?). Lo que toca es sorberse los mocos y aguantar las lágrimas. The Assistant es la cara A de la película The Royal Hotel, de la misma directora (Kitty Green) y la misma actriz (Julia Garner), pero en esa sí que se produce la citada catarsis –toda la película se desenvuelve poco a poco hasta llegar al punto de estallido– y por eso me gustó aún más que esta. Esa la gocé, esta la sufrí.

Julia Garner es un portento de actriz. Solo con su mirada sientes la desesperanza, y con sus silencios la empatía. Transmite el pánico y las ganas de salvar(se), pero también coloca en la balanza el crearse una carrera y perseguir su sueño americano. Todo el mundo calla y todos son cómplices, y cualquiera que quiera alzar un poco la voz es desterrado para siempre. Eso ya lo sabíamos todas, pero es verdad que duele verlo tan crudo. De lo peor: la conversación con el hombre de RRHH, esa típica persona que nos dice que está ahí para ayudarnos pero luego solo nos hace sentir exageradas y culpables por hablar (daily reminder: recursos humanos nunca es amigo) y la conversación con el padre al final de la película (sentirte lejos y sola hablando con alguien cercano).

Me sigue sorprendiendo la capacidad de actriz y directora de conseguirlo todo sin que veamos ni una vez a Weinstein. Cómo de horribles tienen que ser las escenas que no existen y en las que sí pasa todo. Pánico.

Aprendizaje de este visionado: ver una peli de la que no sabes absolutamente nada es una auténtica delicia. Sin saber qué vas a ver, sin expectativa ninguna. Siempre que salga bien y la peli te guste, claro. Y eso me ha pasado a mí con The Assistant. No consigo entender por qué, pero no sabía de su existencia (quizá me confudió la posterior aparición de la serie “La asistenta”, de Netflix, who knows).

El caso es que agradezco mucho a quien la haya recomendado, porque me ha parecido una gran película. Ni si quiera había leído la sinopsis, así que durante los primeros minutos pensaba que iba a ver una película sobre la explotación laboral sufrida por la juventud al introducirse en el mercado laboral. Pero resulta que no, no va de eso (no solo, vaya). Y es en ese momento en el que me he dado cuenta, que la película se ha hecho grande.

Esa forma de contar tanto sin necesidad de ser explícita en nada, eso es lo que más me ha gustado. La capacidad de despertar en la espectadora esa rabia e indignación sobre algo que no vemos pero sabemos que está pasando, igual que lo sabe Jane. Magistral Julia Garner, que logra transmitir en los silencios mucho más que en cualquier frase del guión.

La directora tiene la capacidad de ir representando, una tras otra, las múltiples formas de machismo que se dan en un entorno laboral: acoso, paternalismo, abuso sexual, mansplaining… No hay un hombre bueno en esta película. Y es que si algo merece un 10 en esta película (además de Julia Garner) es la representación del entorno cómplice, del silencio, del miedo a hablar, de la indiferencia hacia las víctimas. Esto tiene su clímax en la visita de Jane a Recursos Humanos. Hay que ser muy buen actor para conseguir repugnar a ese nivel, enhorabuena Macfadyen.

Y, por último, quería destacar el detalle de no ver en ningún momento al jefe Supremo (aka violador maltratador). Tampoco sabemos su nombre. Es como un Dios omnipresente e innombrable. Imagino que la directora evitó nombres para no vincularlo directamente al caso en el que todos hemos pensado al ver la película.

Me pregunto por qué pasó tan desapercibida en cuanto a premios. Y me respondo con otras dos preguntas: ¿cuánta gente de la industria se vería reflejada en ese silencio? ¿Cuánta se sentirá culpable?

Jane, espero que después de ese muffin (un poco seco, por cierto) le rompieras las gafas a tu insoportable compañero, con el cristal le rajaras la cara al tontolaba de RRHH, denunciaras ante la policía al señor sin nombre y te fueras después a celebrar el cumple de tu padre.

P.D.: ¿soy la única que pensaba que la protagonista tenía cien camisetas iguales porque llevaba todos los días la misma ropa? Amazing que haga todo eso en un solo día.

The assistant es incómoda y produce una sensación de frustración. El comienzo se me
hace aburrido al prolongar en exceso las labores rutinarias y cuando hacia la mitad se
destapa el propósito y ya sabes que no va a ocurrir demasiado me sentí como la
protagonista: con ganas de largarme ya. Lo verdaderamente interesante y original es la
manera de abordar la temática. A raíz del 2017 y del movimiento me too han surgido unas
cuantas series y películas relacionadas que suelen exponer el tema desde la heroicidad
de destapar el crimen, en cambio, the assistant, lo hace enseñándonos cómo todo el
sistema está perfectamente sincronizado para no poder escapar. Bastante más aterrador.
De ahí que no necesite poner cara en ningún momento al dueño de la productora. El
entramado tan sólido del abuso de la industria de Hollywood es igualmente extrapolable a
casi cualquier ambiente laboral, no solo abusos sexuales y de poder, sino también
laborales.

Otro ejemplo más de como con 90 minutos es suficientes para hacer tremendo peliculón. La angustia que se consigue con tan pocos elementos es brutal. Julia Garner está tremenda en ese papel de nueva en la oficina que ya se ha hecho con el puesto y se le viene el mundo encima.

La elección llevada al extremo de que al jefe no se le oiga a mi s eme hizo algo pesada al final, no se creó que hubiera ganado con al menos una aparición, para humanizar al personaje un poco. Es súper interesante que solo con las habladurías y un par de puntos te puedas hacer en la cabeza de qué tipo de monstruo psicópata estamos hablando, esa necesidad de que los demás se auto humillen a través de una disculpa es de las cosas más asquerosas que se le puede hacer a alguien en un ámbito de trabajo, porque al final todo el mundo sabe que la disculpa no es real y que es solo una cuestión de que status y humillación. También me genera cierta tristeza que esa sea la realidad en la que estamos en la que muchos tragamos con lo que sea por la promesa de un futuro que, asumámoslo, nunca va a llegar, o va a ser peor de lo que ha sido para nuestros padres.

El ambiente de oficina competitiva Jane queda fuera de la camaradería propia de estos lugares donde se nota que hay un muro que impide la conexión los otros trabajadores. Supongo porque será la novena mujer que pasa por ahí y se habrá quebrado o habrá acabado siendo demasiado incomoda. Los demás personajes de la oficina son personas que viven en una alienación total han sacrificado su decencia por dinero y estatus.

La escena en la que Jane se arma de valor y sabe que este tipo es un tremendo depredador de jovencitas a las que usa de una manera deplorable y va a RRHH y es completamente destrozada cuando evidentemente el jefe que recibe la queja sabe perfectamente lo que hay. Dos frases de esa parte caen como bombas  «tú tranquila que no eres su tipo» o «Ella va a ganar más que él»

Otro de los momentos que más me gustó de la peli es cuando por fin llama a su padre tomándose una magdalena y ella intenta dar a entender como ha sido su día y su padre boomer es incapaz de ni siquiera atisbar la situación en la que se encuentra porque utiliza su propia experiencia para comparar. FUCK BOOMERS

Los psicópatas están sueltos, ojalá estemos realmente avanzando en estos temas.

No caigamos en el error de pensar que la persona mejor valorada en el trabajo es la más trabajadora. NO. En tu trabajo solamente tienes que ser simpátique con tus compañeres y tendrás el 90% ganado. En compeñeres por supuesto entra el jefe. Esto es algo que Jane, nuestra tierna protagonista, todavía no ha descubierto. Ya lo harás, querida.

Quizá sea la primera vez que una sinopsis de Filmin dice la verdad y es que esta reza: “De una sobriedad estilística apabullante.” PUES SÍ. SOBRIA ES. No seré yo quien se queje de esto porque amo las películas que tratan sobre mirar por una mirilla la vida ajena pero a Jane le falta rasmia.

Mi postura ante ella -y la película- es totalmente a favor. Estoy dentro, voy a tope, la sigo aplaudiendo por la oficina. Pese a ello os diré que he tenido que acallar en algún momento esa vocecita interna que preguntaba: ¿Esto es creíble? Shhh ¡A callar!

Sí, lamentablemente es creíble. Quizá no en acto pero sí en potencia. Esto sucede más de lo que pensamos y en todos los ámbitos. Cuando acude a contarle sus sospechas al superior y a éste le suena el teléfono y se pone a hablar de deporte…wow, no es sutil pero entendemos lo que quiere reflejar.

De Kitty Green, directora, tenéis que ver si última película también protagonizada porJulia, Hotel Royal. Vivan las mujeres.

He aquí mi primera crítica.

The assistant muestra un día de trabajo de una joven y eficiente asistente de dirección, bastante bien interpretada por Julia Garner, que quiere medrar y llegar a ser productora de cine. Tras este día nos acaba quedando claro lo que todos nos imaginábamos: su jefe es un carbón y probablemente un violador.

La película se encuentra asépticamente rodada y es escasa en personajes, dos cosas que en general agradezco. Juega a su favor la duración: tanto del hecho de que la acción se centre en un solo día, como la del metraje en sí. Por favor, directores del mundo la mayoría de las historias se pueden contar en 90-120 min. Stop películas de 180 min. Otras decisiones acertadas son: la ausencia casi total de banda sonora, creo que le va muy bien al tono minimalista de la película, y sobre todo la ocultación premeditada de la cara del jefe, lo que refuerza la idea de que este pueda ser cualquiera. Muy disfrutona, también, la aparición Mathew Macfadyen, que nos regala la mejor escena en términos de guion y actuación de la película.

La directora quiere jugar a ser sutil, a que su película tenga mensaje, a ser trascendente. Que esta no sea simplemente el resumen de un triste día de trabajo, aunque ojo, la crítica al trabajo a mí al menos me parecería más que suficiente. Para ello utiliza una manera de rodar pretenciosa y artificial en algunos momentos. Aunque entiendo que esa extremada cantidad de planos fijos larguísimos vienen a reforzar la idea de lo tediosa que es la jornada laboral, a mi hace que, efectivamente, la película me acabe resultando pesada. La ambientación es bastante mejorable, no me puedo creer que una persona que tiene CUATRO secretarios tenga ese despacho. Esta película pedía decorados a lo Succesion, y nos han dado la oficina de Yo soy Bea, aunque es posible que no tenga el mismo presupuesto que la multipremiada serie. Sin embargo, y a riesgo de que se me juzgue y etiquete en este blog para siempre, el principal problema que tiene esta película es que en verdad tengo la impresión de que ya la he visto, y que lo que había visto era mejor e infinitamente más fresco y divertido. The Assistant no deja de ser más que una versión pasada por el filtro del me too de El Diablo Viste de Prada.

[No me arrepiento de esta afirmación y entiendo la posible cancelación]

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