Not another teen movie

Joel Gallen (2001)

 

Esta película me recuerda a mis amigos de la urbanización. Supongo que para unos niños de Majadahonda era lo suficientemente gamberra como para hacernos replicar algunos gags en nuestras conversaciones. Y nos parecían graciosísimos.

Obviamente la percepción al verla veinte años después es bastante distinta. Es cierto que el parodiar los lugares comunes de las películas de instituto da algunos momentos divertidos, pero la sensación es que sigue siendo la típica película para adolescentes pajilleros, por mucho que haya parte camuflada de sátira. Muchas bromas, evidentemente, han envejecido fatal y otras son auténticas chorradas que difícilmente le harán reir a alguien.

Como tampoco tengo mucho más que comentar, voy a poner algunas de las cosas que sí me han hecho gracia:

  • Los cuadros pintados por Janey.

  • El jugador partido por la mitad.

  • Gente insultando a los protagonistas desde sus coches.

  • Ver a Ted Mosby y Capitán América.

Yo de verdad que no puedo sostener la calidad de El club del cine sola. Alguien tiene que ayudarme con esta tarea.

Solo hay una pregunta que hacerse respecto a esta película: ¿en qué piensan que se diferencia del resto de estúpidas comedias americanas? Hay mejores maneras de reírse de algo que imitándolo, y eso lo aprendió cualquier niño de 6 años que a las dos frases se aburrió de copiar a otro para burlarse.

Supongo que perdí el poco humor que me quedaba con Bridesmaids pero es que estoy realmente preocupada, porque llevo años entrenando a mi algoritmo para acabar convirtiéndolo en un pozo de películas de mierda.

Ojalá haber estado viendo Grease todas las veces que imitaban Grease. Ojalá haber estado viendo The Breakfast Club todas las veces que lo imitaban (por cierto, estaba en mi lista de 5 películas propuestas para este año, pero ya hemos tenido suficiente). Ojalá la industria cinematográfica aprendiendo que nos hace sentir igual de mal una película que nos dice que una chica con gafas es fea que otra que se ríe de ello haciendo lo mismo. ¡Y la coleta! No sabía que la coleta era de feas, gracias por el dato. Y sé que cuando se convierte absurdamente en un musical para muchos de vosotros fue el remate, pero creedme, fue mi salvación.

Por cierto, los actores que no conocía me han parecido dobles de otros famosos. Los Jennifer Garner, Jennifer Connelly y Paul Dano del 2001 han enviado a sus copias a participar en esta película.

Pero, amiga, le pongo una estrella y no un vómito porque ha habido algunas cosas que absurdamente me han hecho gracia. Estas son:

  • Ella-artista pintando desquiciada… un absurdo monigote con un perro

  • Una persona con muchísima chepa paseando rápido por el instituto (la verdad es que en el escenario B de cada escena siempre pasaba algo más entretenido)

  • que se incluya una canción que empieza por “no tengo pigmentos”

  • Janey’s gotta a gun. El único chiste que me ha gustado.

Pero claro, todo hace aguas por:

  • La chica siempre desnuda y que su personaje se llame “Areola”. Que separen los subtítulos para apreciar mejor sus tetas.

  • Dos películas seguidas con bromas de chicas con cagalera, no puedo con la vida.

  • La hermana que acosa sexualmente a su hermano.

  • Y desengañémonos, que el Capitán América ni siquiera es tan guapo.

Después de haber recomendado Bridesmaids, estaba súper dispuesta a que esta película me gustara. Además, odio los prejuicios culturales y no tengo ningún reparo a la hora de admitir que hay cientos de películas, series y libros socialmente asumidos como mojones que a mí me gustan. Lamentablemente, no ha sido el caso.

Buscando una definición de «parodia», he encontrado esta: recreación de un personaje o un hecho, empleando recursos irónicos para emitir una opinión generalmente transgresora sobre la persona o el acontecimiento parodiado. Pues la ironía y la transgresión son inexistentes en «Not another teen movie». No deja de ser un American Pie con referencias a otras películas. Referencias de un grupo de películas un poco random por cierto, lo que ha hecho que no me haya terminado de cuadrar en conjunto.

Podría resumir la película solo en una palabra: tetas. Tetas, tetas, tetas. No creo que sea casualidad que director, productores, guionistas, y en general todo el equipo técnico, sean hombres. Probablemente pensaron «creo que si hacemos una parodia de American Pie podemos justificar sacar muchas más tías en bolas». Hay una escena en la que sale una tipa desnuda de espaldas a un cristal aparentemente practicando sexo con un tío con los pantalones puestos. Amazing. Por no hablar de la pornificación de las relaciones entre mujeres, comentarios gordófobos o querer hacer liarse a dos hermanos (¿en serio hace gracia que una tía salida se quiera liar con su hermano? Repu). Lo del racismo, otro tema también (aunque al menos a ellos les dejan la ropa puesta).

Otras cosas a destacar de forma resumida:

  • No he pillado lo de la bolsa flotante, ¿en qué película sale una bolsa flotante?

  • Hasta bien entrada la peli no me he dado cuenta de que estaba viendo a Capitán América y a Lexie Grey.

  • Confieso que los cameos de Paul Gleeson y Molly Ringwald han sido lo mejor de la peli.

  • La película es de 2001, ¿por qué hay referencias a películas estrenadas años después? Porque la gemela mala de Margot Robbie podría ser perfectamente Regina George. ¿Y nadie se ha dado cuenta de que el amigo de Lexie Grey es el hermano de Sharpay Evans?

  • Qué pereza me da siempre Ted Mosby.

En definitiva, que es una película que tetas tetas, tetas tetas tetas y un poco de tetas. Esque no me ha tetas nada de tetas. No la tetas, la verdad.

No sé si por mucho que detestase a alguien podría hacerle pasar por ver semejante truño; vaya 82 minutos que me habría ahorrado de verdad, los hubiera invertido mejor en chupar farolas. El mal gusto escatológico y pornográfico es tan lamentable que ni para sátira da. No sé qué más decir, la verdad pero allá vamos:

Cada chiste es tan obvio que dan ganas de no mirar la pantalla de puro bochorno aun viéndola a solas. Supongo que ya sabes a lo que te expones con este tipo de comedia, llevamos décadas viendo como se generan parodias de este tipo, la mayoría son un aburrimiento total aunque de vez en cuando sale alguna que se deja ver como «Scary Movie». Esta podría ser la estrella del árbol de basura que es este género yanqui.

La «trama», por decir algo, es un pastiche de topicazos y personajes manidos: un chico popular hace una apuesta para convertir a una chica normal en la reina del baile. En medio hay una fiesta en una casa, un partido de fútbol americano y un montón de referencias a películas que hasta tu abuela ha visto. Tirar de referencias estúpidas y recrear escenas sin gracia no hace que una parodia sea divertida. Solo porque puedas meter todos los clichés en una película de una hora y veinte minutos no te vamos a dar un pin, lo siento. No puedo creer que haya gente que realmente piense que algo en esta película es mínimamente «ingenioso» o «divertido».

A la brillantez se puede llegar de tres maneras: esforzándote, siendo naturalmente o sin querer.

No sé qué pensar. Llevo varios días dándole vueltas a esta película. ¿Es tan mala como parece o esconde una absoluta brillantez?, ¿es otra película adolescente o definitivamente se está riendo de ellas?

La verdad es que desde un principio te deja clarísimas sus intenciones: llevar al exceso cada escena, retorcer las pelis americanas y exprimir cada gota de jugo. Y claro, de repente te encuentras al  Capitán América (excepcional elección) y a Ted Mosby en dos papeles que me sorprendería que no fueran su mayor vergüenza.

Le he puesto dos estrellas porque es cierto que me ha hecho reír en más de una ocasión. Quizá por buena o quizá porque toda mente, a veces, necesita salir de la intensidad de una peli birmana de cuatro horas. Y claro, utiliza un recurso que ya hemos visto en Gigoló, que se ha repetido miles de veces en el cine y que conmigo sigue funcionando, el síndrome de Tourette.

Mención aparte para el detalle de que no se tomen ni un segundo en hacernos creer que la protagonista es fea, es que simplemente “lleva gafas y coleta”. Y de todo esto, y de pensar que unas mentes adultas no pueden ser tan idiotas, vuelvo a la pregunta del principio:

¿Es mala o absolutamente brillante?

Sinceramente, creo que ni ellos lo saben.

Me cuesta creer que es una sátira y burla de las películas adolescentes. Es tan absurda todo el rato que parece que se toma en serio a sí misma. Excepto por los momentos verdaderamente brillantes como el momento bolsa a lo American Beauty o “el negrata de la fiesta soy yo”.

Encadenar durante 90 minutos momentos absurdos, a mí juicio, cansa y hace que brillen menos los ocho o nueve momentos verdaderamente divertidos.

Aunque se cubra de comedia no me deja de parecer bochornoso el momento “chica desnuda de Inter”, supongo que en 2001 todavía éramos una sociedad más asquerosa que ahora y por ello parodia sin despeinarse American Pie. Dicho esto, lo positivo que saco de Not another teen movie es el cuerpo de Chris Evans. Yo también sé jugar a ser básica.

Entiendo totalmente la pretensión de la película pero considero que el verdadero ejemplo de ejercicio es “Chicas malas”.

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