J. A. Bayona (2023)
Creo que absolutamente todo el mundo conoce la historia del equipo de rugby que se estrelló en los Andes y sobrevivió a base de comerse a los muertos. ¿Era entonces necesario hacer una película contándolo otra vez? Yo digo sí.
“Inspiradora”, eso diría si fuese creador de trailers. Pero como no lo soy y encima esa palabra siempre me ha sonado a coach motivacional, me quedo con lo emocionante que es ver a este grupo de gente intentando mantener la humanidad y la motivación mientras SE COMEN A SUS AMIGOS. Es heavy eh, verles aguantar tres putos meses sin ninguna posibilidad de sobrevivir y con nuevas penurias y golpes de mala suerte cada día que pasa.
Si no supiera que está basada en una historia real me pasaría la película criticando lo inverosímil que es todo. Pero es que incluso, según los supervivientes, esta refleja verdaderamente lo que vivieron, al contrario que la del 93. O al menos eso dice un desconocido en los comentarios de mi review en letterboxd, y es todo lo que voy a investigar al respecto.
Vale la pena verla aunque sólo sea porque perdure el relato de este grupo de personas. Los que sobrevivieron y los que no. Por ver hasta que punto el ser humano se puede aferrar a la vida y las razones que tiene para ello. Y por la banda sonora de Michael Giacchino, que acompaña tanto los paisajes más majestuosos como los momentos más íntimos. Épica.