José Luis Cuerda (1999)
Monísima monísima –no tanto como para emocionarme, qué me pasa– pero sí para hacerme sentir cositas. Lo primero es que pensé que era mucho más antigua, qué rápido han envejecido las cosas de 1999 que parecen de los años 70. Bueno, supongo que estar ambientada en la República no ha ayudado.
Parece que no pasa nada a lo largo de la película, la historia avanza solo con la presentación de personajes y viendo su día a día sin más. De hecho hasta pasa más rápido de lo que parece a medida que seguimos a Moncho, a Willy Toledo (sí, le hemos visto los huevos a Willy Toledo) y a Don Gregorio impartir clase y hablar con cariño de la lengua de las mariposas. Supongo que así es como se ven todos los maestros a sí mismos. Fernán Gómez me ha recordado al Profesor Lupin hasta físicamente.
Y así se coge cariño a los personajes, poquito a poco entre bailes de disfraces ecofriendly y escapadas al monte. Todo lo que se construye a lo largo de la película se rompe en los últimos 10 minutos de un golpe seco. Supongo que así es como se debió sentir el levantamiento en realidad. Oír al niño con el corazón roto gritar a su profesor ‘ateo, rojo, tilonorrinco, espiritrompa’ mientras ve cómo se aleja… es durísimo.
Cosas que no: que nadie tenga acento gallego en Galicia. Ni siquiera Tamar Novas de niño, y mira que Tamar Novas es bien gallego.
Lo que más sí: el gusto que da escuchar a la izquierda apropiarse de la palabra libertad.
Creo que esta película ya la había visto porque en mi casa, igual que en todas las casas de España, se hacía la colección de películas que venían con EL PAÍS. Aun así no recordaba casi nada, y que bien porque me ha sorprendido mucho.
Por ambientación, temática y época tenía todas las papeletas para no gustarme, y sin embargo la he disfrutado mucho. La parte más “familiar” me ha parecido muy bien llevada desde la visión del niño, que contra todo pronóstico no es el típico niño repelente y me ha parecido bastante majo.
El tramo final me ha pillado totalmente de sorpresa y por eso ha sido aun más duro. Es verdad que durante la trama se intuía el telón de fondo político que había, pero que se haya hecho tan evidente y encima en un momento tan crucial, me ha impactado. Que rabia de final, joder.
Aun así, pese al sabor amargo con el que te deja, voy a destacar las cosas que me han motivado y a las que me aferro también en el momento político actual:
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Republicanos ateos
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Niños ateos
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Ateos en general
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Gente reivindicando la profesión del profesor
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Que tu hermano te diga que te duermas y se ponga a tocar el saxofón en tu cara
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Que sea un musical encubierto
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Que el primer libro que le dan al niño sea La isla del tesoro, que es el primero que me dio también mi padre. Ahora me pregunto si lo hizo influenciado por esta película.
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Que digan el título de la película