Satoshi Kon (2003)
No es, en mi opinión, la mejor película de Kon, pero tiene mucho que rascar. La elegí porque: a) no la había visto, b) dura 90 min c) y era de navidad. Igual que en otras películas de este director, como Perfect Blue destaca por un lado la construcción de los todos personajes, tanto principales como secundarios, y los detalles en la animación, alejados de la estética fantasiosa de Studio Ghibli y Miyazaki.
La historia está basada en la novela de Peter B. Kyne Tres padrinos de la que ya había una adaptación al cine en el western homónimo de John Ford (1948). En la versión que nos ocupa cambiamos el Death Valley por los bajos fondos de Tokio. En este caso los tres padrinos son Hana trans con instinto maternal, Gin un desgraciado al uso y Miyuki una víctima de abusos. Como en el mismísimo Cuento de Navidad la historia se traslada a el pasado de cada protagonista para descubrir cómo llegaron a estar en la mierda. El tono del guion a medio camino entre el sentimentalismo de peli Disney y el humor irónico aguanta bien las tramas, a pesar del cúmulo de casualidades que la sustentan. Cierto es que el final es quizás algo dulce de más, pero es una peli de navidad ¡Qué esperabais!
El ambiente de la película está aderezado con una música de videojuego, que acentúa muy bien la animación y el ambiente metropolitano.
No hay apocalipsis, no hay canciones (pero hay haikus), no hay zombis. Sorry not sorry
Comenzamos un año más en ECDC y lo hacemos con este cuento de navidad en formato anime de Satoshi Kon y Shogo Furuya. No soy ningún entusiasta del género y lo que suelo ver de animación japonesa es alguna película que escapa y se hace mainstream.
La primera sensación que me deja es la de una narrativa poco sutil. No encuentra la forma de hilar todos los pasados de esta singular familia sin que quede demasiado forzado o confuso. Podría servir un poco de excusa el formato de cuento a la hora de reducir el background de los personajes y no ahondar en las miserias pero aun así no me termina de convencer. Sobretodo en Hana y Miyuki cuesta mucho encontrar las motivaciones que les lleva a la situación desesperada de la calle e incluso algunas partes ni las entiendo. Por otro lado el intento de entrelazar sus destinos siempre da lugar a encuentros muy forzados. Un cuento mal contado, empezamos mal. La wikipedia se la juega y en su versión en español dice que hace énfasis en las casualidades que yo mas bien diría que mucha de la trama es demasiada casualidad.
Narrativa aparte la animación me parece que tiene unos fondos muy conseguidos de Tokyo, sin llegar a ser deslumbrantes. Los personajes me parecen peores, no demasiado expresivos salvo cuando hace uso de una gesticulación exagerada. Aun así el punto fuerte de la peli es que esta contada desde el punto de vista de tres homeless y un bebe que les ayudara a ELLOS a encontrarse con su pasado. Que difícil contar un cuento de navidad desde esa perspectiva y no llegar a romantizar la situación, me parece que lo consigue a medias. Tiene un buen equilibrio entre el humor y el drama y un final de cuento que esta totalmente justificado. Muy llevadera.
Yo para reyes este año voy a pedir una vez más poder puntuar con medias estrellas. 😉
La familia japonesa ha sido siempre un tema crucial en la filmografía nipona. Desde tiempos de Ozu y Mikio Naruse hasta el cine más contemporáneo de Koreeda y Yôji Yamada. Cada uno a su estilo; en el cine más clásico representando a la familia tradicional con todo lo que su jerarquía significa y en el cine más actual mostrando un intento de ruptura de los clichés convencionales. Todo esto siempre nos lleva a la misma pregunta cuando nos sentamos a ver una película japonesa que versa en torno a la unidad familiar: ¿Qué es la familia? Koreeda, por ejemplo, siempre pone en el centro de sus películas este debate, os recomiendo De tal padre, tal hijo (2013). Así que Tokyo Godfathers no podía ser menos y, aunque no deja de ser un «cuento de navidad», en su trasfondo traslada a los espectadores la pregunta de siempre .
Sintetizando, y esquematizando, muchísimo no es más que un grupo desafortunado de personas que se encuentran a un bebé y esto a mí me ha llevado a recordar aquella película de Jhon Ford, Tres padrinos (1948), donde solo hay que cambiar a los «vagabundos» -odio esta palabra- por tres duros forajidos, o incluso salvando mucho las distancias a Tres solteros y un biberón (1985). Perdón por la última referencia. Pero ‘Tokyo Godfathers’ es mucho más, es un conflicto entre dos realidades; la de los protagonistas aferrándose a una vida agradable (la del bebé) mientras ellos huyen de otra que quieren olvidar. Así, con Fin, Miyuki, Gana y Kiyoko realizamos un viaje que nos obliga -y a ellos también- a repasar su historia, sus verdades y penurias, enfrentándose a ellas. Esto me genera cierto malestar porque la lectura que subyace con el relato de sus vidas anteriores es la elección de sus vidas actuales. Cualquier persona mínimamente empática, con un razonamiento coherente y que sepa pestañear y caminar a la vez sin mearse encima sabe que esto no es así.
Punto fuerte son sus tres personajes protagonistas tan diferentes y a la vez tan iguales entre sí y que, juntos, forman una excéntrica familia, como todas. Su tramo final me parece un poco atropellado, las persecuciones, la música…me rompe el tono anterior de la película pero, aún así, no tengo problemas con su resolución.
El equilibrio que hay entre la tristeza y la comedia es muy real y además consigue, en su tramo final, reconciliarte con el ser humano y esto, no lo olvidemos, es el objetivo crucial de todas las películas navideñas, porque sí, es una película de navidad.
Volvemos por Navidad y he de confesar que con ese villancico en la primera escena ya he tenido más que suficiente para el resto de fiestas.
Gracias a Dios el resto de película se aleja bastante de los tópicos navideños y aunque se me ha hecho un poco pesada, al menos me ha parecido una propuesta original esta especie de road movie protagonizada por vagabundos.
La película trata de forma recurrente la vida y la muerte, o así lo he visto yo. Aunque morir como tal no muere nadie (salvo el vagabundo anciano), los tres protagonistas huyen de su pasado matando a sus familias, al menos de forma metafórica, ya que al resto les cuentan como murieron.
En el otro lado tenemos al bebé, la vida. El milagro que les lleva a ir destapando su pasado y afrontarlo, enfrentándose a las mentiras que contaron al resto.
Vida, milagros, muerte, mentiras, redención… Al final si que va a ser una película religiosa, fuck.
En fin, es un viaje un poco rocambolesco en el que la trama no me genera especial interés y lo más destacable son los tres personajes protagonistas, muy alejados de los estereotipos a los que estamos acostumbrados. Minipunto para la peli ahí.
Los toques de humor no acaban de hacerme gracia y el desenlace de la historia con ese cúmulo de casualidades me resulta al final un poco ridículo, por muy cuento de navidad que sea.
Igual el detector de Grinchs ha funcionado. Que opine Álvaro.
No apoyo puntuar una película con mala nota únicamente por no saber apreciarla, pero lamentablemente, aquí estoy haciéndolo. Estrenamos nueva temporada del club del cine y solo espero que se me haga más amena que esta película, que la he sufrido de principio a fin.
Soy una más de toda esa población que tiene aversión al anime, y por muchas oportunidades que le he dado, no he conseguido superarlo. La que más me ha gustado del género, si es que se consideran del mismo género (una ya nunca sabe) es El viaje de Chihiro, que para mí es un seis. Y en Tokyo Godfathers hay mucho más nihilismo pero mucha menos imaginación, y eso la hace aún menos interesante.
La trama es lo contrario a amena. Para empezar, nos presentan a unos personajes que no paran de insultarse gratuitamente. Me esmeré en ver la escena tanto en versión original subtitulada como doblada, y pude comprobar que no tenían nada que ver las injurias en una y otra (por ejemplo: marrano vs. maricón). Acto seguido uno de los protagonistas le toca las tetas a una niña. No habían pasado 5 minutos y yo ya estaba fuerísima. Que digo yo que se pueden crear personajes en los márgenes sin caer en lo básico y soez.
En definitiva, este cuento de navidad no me ha convencido. Para hablar de la necesidad de sentirse querido, de encontrar una verdadera familia y enfrentarse al pasado en un contexto invernal y con realismo mágico, mucho mejor Paddington. Y sin la Novena de Beethoven. Eso sí, agradezco en una película japonesa el respiro que es escuchar español un puñado de frases.
Doy gracias por ser una película de anime, la misma historia en versión real me habría parecido demasiado dura de ver. Hablamos de personajes marginados, pobreza, soledad, problemas de salud mental, dificultades sociales, etc… pero por suerte el toque de humor e ironía que hay de vez en cuando te lo hace todo muy digerible. Me he reído.
¿Recomendaría esta película? SÍ, pero no a todos mis amigos.
LO QUE SÍ:
-Los personajes y sus dramas. No son los típicos personajes principales que verás en una película. Salvo la niña que es odiosa, todos de una forma u otra se hacen querer y te dan una perspectiva más allá de los prejuicios iniciales que se puedan tener.
-La frase tipo: cierra las piernas, compórtate como una mujer. Este tipo de frases se comentan solas.
-El grupito de señoras marujas de barrio, hay cosas que son universales.
-Sabes que todo va a acabar bien y eso rebaja la tensión de algunos momentos, esto es un cuento de Navidad, no una tragedia Shakespeareana tipo “Titus Andronicus”
LO QUE NO:
-La primera mitad de la película no me terminó de enganchar, se me hizo un poco pesada pero tampoco sabría concretar por qué.
-La historia de la niña de la triada de vagabundos se me queda sin resolver. ¿Puede alguien decirme cuál es su drama? No me gusta cuando se me quedan cosas en el aire, necesito respuestas. Y espero que el drama no fuera que su padre mató a su gato o algo similar.
EL DATITO:
Al principio del film aparecen dos películas anunciadas en una parada de autobús. Estas películas son las anteriores del mismo director, Satoshi Kon: Perfect Blue y Sennen Joyu. Cosas que o eres muy fan o si no lo buscas en google, caen en saco roto.
EL MEME:
Qué alegría estar aquí otra vez, empiezo regulín que entrego un poco tarde los deberes, perdonadme 🙂 y hola a todxs.
Lo que no me ha dado tanta alegría ha sido esta película, no podía esperar otra cosa, cuento de navidad y anime, pues eso. De verdad que he intentado verla con ganas, he estado leyendo críticas positivas a ver si me convencían de algo, pero no.
Lo que más me ha gustado, si es que acaso me ha gustado algo, es que aparezca representado el otro Tokio, con sus problemas sociales, y sus dramas, y no el que estoy acostumbrada a ver, país puntero en tecnología, industria y economía. He buscado un poco sobre las personas sin hogar, y como aparece en la película, muchos de ellos se organizan en comunidades o barrios en parques de la ciudad y estas comunidades son conocidas como “casas azules” o eso dice google. Así es que bien que se intente representar la realidad sin caer en romantizaciones de la pobreza.
Lo que menos me ha gustado, puede que la rueda de casualidades, una tras otra, me ha parecido bastante aburrido.