Suspiria

Luca Guadagnino (2018)

 

No he entendido nada. Si sumas mi penosa salud física a mi nula capacidad cognitiva, solo encuentras a una persona que durante dos horas y media ha estado intentando entender de qué iba esto. Nivel: he visto un vídeo de youtube donde explicaban la peli y he alucinado al enterarme de que Tilda Swinton hace tres papeles. He vuelto a varias escenas y ni siquiera era tan complicado darse cuenta.

Yo quería ver una película de gente guapa y horny, que es lo que es para mí Luca Guadagnino, pero me ha venido con estas. Me gusta cuando se ciñe a la gente guapa y horny, aunque mirándolo así, Suspiria también podría entrar en esa categoría. ¿Pero qué es todo esto del horror body? ¿Qué son estas brujas? ¿Quién es ese señor psicoanalista que encima es Tilda Swinton? Y además todo oscuro para no poder discernir escenas. Lo he pasado mal por una mezcla de no entender qué sucedía y porque era todo un terror explícito difícil de ver. Lo peor: un váter lleno de pelos, mi peor pesadilla.

No he visto la anterior Suspiria para comparar pero ya no me apetece, solo confirmo que las compañías de baile son terroríficas a varios niveles. Todos los bailes me hipnotizaron, especialmente, claro está, el de Susie vs. Olga. Que sepáis que es una chica contorsionista de verdad y el baile lo hizo ella solita, lo único que añadieron fueron sonidos tétricos y vómitos, todo junto lo convierte en escalofriante.

Bueno, aquí termino mi lamentable crítica a la espera de que alguien me explique esta movida en otra crítica mejor.

“Terror/Fantasía, 152 minutos”. No la mejor carta de presentación, al menos para una servidora. Pero mi Rajoy interno me dijo “Patsy, sé fuerte”, y un sábado mañana me atreví a darle al play.

A veces (no siempre), cuando partes de unas expectativas muy bajas, es fácil superarlas. Y eso es lo que me ha pasado con Suspiria. Ni me pareció tan terror, ni tan fantástica, ni tan larga. La estructura en actos tiene mucho que ver en esto último.

He de decir que soy de esas personas que se frustra y no disfruta de la película cuando pasan cosas que no entiende, cuando no puede ir conectando todos los cables in situ, en lugar de tener que esperar al final. Y eso es lo que me ha pasado con esta película. Y lo peor es que ni siquiera con el final me quedé satisfecha (sí, busqué en Google “explicación final Suspiria 2018”). Y bueno, después de unos foros por aquí, unas críticas por allá, me he quedado más satisfecha. Cuando he conseguido hilar, y verle ese trasfondo feminista y referencias políticas e históricas, ha sumado puntos.

Además, Suspiria está, no paradójicamente, muy bien coreografiada. Algunas escenas son visualmente una maravilla, cada movimiento está muy bien pensado y eso, y no solo en los propios bailes. Eso me ha gustado mucho. No me ha gustado tanto ver contorsiones imposibles y tanta víscera, menos mal que la vi por la mañana. Suspiria es creepy, pero de una forma elegante. Lo que viene siendo también las dos características de Tilda Swinton, haga lo que haga.

Otro detalle que no me ha gustado es lo obvio del maquillaje del Dr. Klemperer. En alguna escena me ha parecido verle como Martha, de La Habitación de Al lado (el pelo es el mismo, la persona también). Si no es un recurso para luego un súper plot twist, o darle algún tipo de significado, no entiendo el por qué poner a Tilda Swinton disfrazada. Toda la película esperando a que se quitara la careta, y nada.

En definitiva, me esperaba tan poco, que me ha sorprendido para bien, a pesar de reunir muchos elementos que suelen echarme muy para atrás en el cine.

Me ha pillado esta peli escuchando el nuevo disco de las shego y creo que Suspiria y algunos lunes tienen las mismas vibes.

La película me ha entrado bien desde que he visto que estaba compuesta por seis actos. Ya puede algo durar 15 horas, que si esta dividido en partes bien señaladas, se me hace asumible. Puedo ir haciendo check cada poco en esos pequeños hitos. Gamificar un poco el cine, supongo.

Luego, esa mezcla de baile y mal rollo siempre me entra bien (me viene al recuerdo Black swan). Hipnotizado con esas coreografías satánicas.

En general me parece que la película está bien ejecutada. Un buen guion que te mantiene atento e intrigado, unas buenas actuaciones y una dirección un tanto rara (muchos vaivenes de cámara) que le da ese punto entre retro y cutre que parece un poco seña de identidad del cine de terror.

También me pregunto si el body horror (concepto que aprendí con The substance) recurre siempre a esos cuerpos con tetas y manos extra repartidos por el cuerpo del bicho en cuestión. Seguiré investigando el género.

Soy una persona tremendamente sencilla. Si dirige Guadagnino ya estoy dentro. Si además sale Mia Goth es imposible a todos los niveles que no me guste.

Partiendo de esta premisa no puedo decir que Suspiria me haya agitado tanto como mis favoritas de Guadagnino (Challengers, A Bigger Splash). La he disfrutado y aprecio sus virtudes, pero no he conseguido que me llegase todo lo que me hubiera gustado. El trío Johnson, Swinton y Goth está en estado de gracia, aunque el hecho de notar que Swinton estaba debajo de las arrugas de Klemperer y de Markos me sacaba de la película por momentos. El baile-posesión es horrendo, perturbador y gráfico; como lo es también ese akelarre final. Si hay algo que no se le puede negar a Guadagnino a la hora de rodar es la facilidad con la que se mueve en los códigos de cada género cinematográfico y el terror no es excepción. Quizás el gran pero que le puedo poner es el mal habitual en el cine de los últimos años: El exceso de metraje.

Si vienes aquí por ser fan de Luca Guadagnino Suspiria te gustará sin ninguna duda. Si vienes aquí por ser fan del cine de terror más convencional vas a necesitar concentración y paciencia.

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