Emma Seligman (2020)
La recomendé porque tenía ganas de verla y es una película bastante corta. Sabía que si había algún hater por aquí, al menos me iba a agradecer eso.
Por lo demás, venía con muchas expectativas. Había leído cosas buenísimas sobre ella y en general hubo hype. Pero desafortunadamente no ha logrado fascinarme como quería. La sensación de agobio que pretende imponer no me ha afectado en absoluto, por lo que ahí estaba yo la primera media hora, bastante desentendida, con una música de tensión y gritos de bebé que lo único que hacían era desubicarme aún más. Tampoco podía empatizar mucho con la protagonista, pero menos aún con el resto de personajes. Solo sentía cringe por doquier.
Para completar, no ayudó que tardé un rato en entender que el hombre que aparece en la primera escena es el mismo que aparece luego con su mujer (Glee otra vez <3) y su bebé. Me habría venido bien un primer plano como los que vendrían después. Una vez ya pasado el ecuador, empecé a disfrutarla. Todos los momentos que giran en torno a la comida son espectaculares y muy reveladores. Ella cogiendo y dejando comida, la madre intentando que coma, todo el mundo opinando sobre su cuerpo… Sin ahondar demasiado en el tema, queda todo dicho. Y la sensación de agobio se refuerza con todos esos espacios cerrados.
A pesar de no haber congeniado del todo, sí que creo en la originalidad de este coming-of-age (mi género favorito, siempre mínimo 3 estrellas). El humor negro y el ambiente claustrofóbico están bien unidos y enfocados en una familia que simple y llanamente, es lo peor. Hay dos temas que deberían estar prohibidos en cualquier “celebración” de la religión que sea: planes de futuro y “¿tienes novio?”. Stop.
Eso sí, claramente me falta contexto judío. No sé si es que no entiendo el humor o la idiosincrasia, pero el caso es que tengo que trabajármelo. Mientras tanto, tendré que poner una sonrisa falsa como la de la protagonista.
Una comedia, muy de humor judío, cargada de ironía y muy mala leche. El ritmo frenético, que esté grabada en un espacio reducido y los diálogos bien trabajados hacen que sea amena de ver. Rachel Sennott haciendo de Danielle es sin duda lo mejor de la película, las gesticulaciones que tiene son lo que más me ha hecho sonreír en la película.
Aunque todo funciona me pareció que se cayó demasiado en el uso de sketches de enredo típicas de sitcom: el móvil que se pierde, comida que se cae, café que se vuelca no sé un poco trillado todo. La directora consigue lo que pretende, generar estrés y hacerte decir en tu cabeza “pero qué hace esta chica”, mientras la protagonista va cavándose su propia tumba social a medida que avanza la trama.
Más allá de las situaciones incomodas que se generan creo la historia trata con cierta gracia la necesidad de aparentar cierto estatus en familias acomodadas, aunque lo que se vende esté lejos de la realidad y como eso puede llegar a generar situaciones de mierda. Mucho se habla de los filtros de Instagram y poco de los progenitores luchando por sus egos blandiendo la vida profesional de sus hijos (ok boomers!).
Shiva Baby es el debut de la directora Emma Seligman extendiendo el corto que ya estreno en 2018. Después de ver la peli, bastante corta y amena, me quede con ganas de mas y me pase por vimeo para ver el corto (https://vimeo.com/282335881), que dura unos 8 minutos y que no aporta demasiado si ya has visto la película pero que es interesante para ver la evolución y los temas que incluye y en los que se centra. Tiene un tono mucho mas serio y a penas incluye la trama de la amiga.
Me gusta mucho Shiva Baby, sin grandes alardes tiene muchas cosas que ofrecer y que funcionan a la perfección. Me lo paso muy bien con las situaciones de humor que propician sus personajes más exagerados y también siento la tensión y el agobio en las escenas más dramáticas. Al grabar en planos cortos en espacios reducidos y con diálogos rápidos te produce una sensación de claustrofobia y puedes sentir la ansiedad de la protagonista. La actriz, Rachel Sennott, me parece que esta brillante, no me la imagino de otra forma que no siendo Danielle. Me ha sorprendido que aun representando un mundo tan alejado del mio en el que todo gira entorno a una comunidad judía incluyendo la trama de la ex y el sugar daddy consigue que me sienta muy conectado. Probablemente por que el guion es buenísimo y muchas de las conversaciones reproducen escenas vistas en todos los sitios. Grata sorpresa, me quedo con ganas de ver su siguiente trabajo.
Segunda vez que veo esta maravilla y ha cambiado la forma de verme a mí misma. Antes de enfrentarme a estas líneas yo pensaba: «Buah soy yo real.» Ahora digo: ‘Pamela, cariño, tienes casi 30 y vives en España, ¿Eres tú de qué?» Crisis.
Superado -o no- este bache ‘Shiva Baby’ es de esas películas que parecen fáciles y no lo son. Es rápida, mordaz, ingeniosa y sutil. No creo que sea humor para todos los paladares, para el mío sí. Que la situación se ponga cada vez más «complicada» y problemática enriquece la comedia.
Esa madre diciendo que tiene gaydar porque vivió en el Nueva York de los 80. El momento móvil. Las situaciones incómodas. Las miradas con el amante. La acción, a ratos, claustrofóbica como cuando está viendo a Max con Kim y un niño llora, llora, llora, llora, y todo se vuelve pesado y agobiante. Y, bueno, esa relación madre-hija, las respuestas tan rápidas que se dan…oro. También me parece acertadísima la mini trama de explicar qué estudias, qué haces con tu vida.
Quiero más comedias así porque aunque, como digo al principio, estoy quizá en las antípodas de sentirme como Danielle, no lo necesito porque la entiendo. Y eso es el cine. Tía, eres increíble.
Hay que reconocer que uno encara con mejor ánimo una película que dura poco más de una hora. Y seguro que esa predisposición ha ayudado a que la disfrute algo más. Pero al margen de eso, Shiva baby tenía todas las papeletas para gustarme porque es de esas películas que transcurren en una sola localización y en tiempo real, uno de mis fetiches.
Me ha recordado mucho a Carnage, una de mis películas favoritas. No sólo por eso, sino por ese tono de comedia dramática (o drama cómico) que tienen ambas y que parte de la incomodidad de tener que quedar bien socialmente en un evento con gente que no te interesa lo más mínimo. Un lugar común que todos vivimos de forma más o menos habitual y que nadie entiende muy bien por qué.
Me parece un gran acierto además mezclar el costumbrismo de un entierro judío con esa banda sonora más propia de una película de Jordan Peele. Y es que tiene completamente ese rollito de Let mi out sin transcurrir eventos especialmente raros o siniestros. Yo creo que es una forma de poner sobre la mesa ese tema tan de moda últimamente: LA SALUD MENTAL, reivindicando la ansiedad en situaciones cotidianas como encontrarte a tu ex o aguantar la chapa de tu madre sobre tu futuro.
Vamos, que me parece una peli muy disfrutable. Original, divertida y moderna. Es de esas pelis de “adolescentes” que ojala hubiéramos tenido en nuestra época. Además la prota me parece que lo hace genial. La he investigado un poco y resulta que sólo ha hecho esta película, así que tocará seguirle la pista.
Al que no me he creído mucho es al personaje de Dianna Agron. Para nosotros siempre serás Quinn Fabray.
Desde luego que sí la recomendaría. Me ha encantado y de hecho le iba a dar 4 estrellas pero no se me ha ocurrido nada negativo así que me veo obligada a dar 5.
LO QUE SÍ:
Pues parece que todo. ¿Ansiedad y diversión al mismo tiempo? Sí, quiero.
-El ritmo de la película y que no es extremadamente larga.
-La temática y los personajes y cómo ambas cosas se tratan en el film.
-La sencillez con la que se mantiene de una forma tan brillante la tensión sutil pero casi constante en toda la película.
-Por qué no decirlo, los “qué fuerte” que saltaban en mi cabeza cada dos por tres sintiéndome espectadora de todo el cotilleo de cuernos. Me gusta presenciar el drama.
-Danielle no sabiendo qué hacer con su vida, siendo juzgada por los demás por las “malas” decisiones que ha tomado en cuanto al rollito futuro profesional y sintiéndose perdida. Sí soy.
LO QUE NO:
Aquí iba a decir que me resultaba bastante agobiante toda la película dentro de la misma casa y deseaba que se fueran ya del shiva y siguiera la película en otra parte. Luego me he dado cuenta de que esto es una técnica para hacernos sentir el agobio de la protagonista, y mira conmigo ha funcionado. Ya no le veo ningún pero a esta película.
EL DATITO:
Como he hecho la crítica a última hora no me ha dado tiempo a buscar un datito curioso así que iremos con lo evidente. ¿Shiva? Pues según la poco fiable wikipedia SHIVA (en hebreo ‘siete’) es el nombre del período de duelo en el judaísmo para los primeros siete grados de parentesco. Dura siete días y los familiares de primer grado son los dolientes, los cuales van recibiendo a las visitas en casa y como cosa curiosa, el primer día no comen su propia comida sino la que traen los vecinos y suele ser huevos y lentejas. Eso dice wikipedia.
EL MEME:
Hoy traigo dos.