Mark Waters (2004)
Obra maestra del cine de adolescentes de principios de los dos mil. Una película que ha enseñado a una generación de chicas (y a más de un chico, aunque ninguno lo reconozca), el idealizado mundo de las chicas de 16 años.
En este película encontramos un puñado de actrices en estado de gracia que aportan unas actuaciones tremendamente estereotipadas y disfrutables. Perfectas. A pesar de que el tiempo les ha deparado diferentes suertes todas ellas han acabado alcanzando la fama, en parte, gracias a esta película.
Con los años se ha convertido en un clásico o mejor dicho el guilty pleasure clásico. Dejándonos momentos inolvidables y de meme instantáneo en una época en la que ni siquiera existían los memes. Esa Lindsay Lohan cuando se maquilla con la escopeta de Marge Simpson y sale embutida en un vestido mitad blanco y mitad negro. Esa Amanda Seyfried que nos enseña que lo único que necesitas para ser un conejito es un sujetador y un rabito. Y, sobre todo, esa Rachel McAdams cayendo en la trampa y perdiendo la talla 34. Cuando entra en la tienda y no le cabe el vestido, es simplemente: cremita. Sin olvidar, el extraño poder de Amanda para predecir el tiempo con sus tetas.
Una película redonda que entretuvo en su momento pero que con los años se ha convertido en un buen vino. Esta madurando lentamente y mejorando con cada visionado, para convertirse en una película generacional e inolvidable e indispensable en las conversaciones de cualquier millenial que se precie.
La escogí, además de por todo lo dicho anteriormente, por el cachondeo y disfrutar sin pensar más allá. Espero que se me entienda y perdone.
Asumámoslo, Mean girls es lo que es: la típica comedia mala americana de instituto. Sería un poco injusto intentar hacer una reflexión profunda sobre ella. De hecho, han pasado dos días desde que la vi y ya no recuerdo nada destacable.
A su favor tiene que la protagonista es la Emma Stone de los 2000: Lindsay Lohan. De hecho, la mayor aportación de esta película ha sido, mientras buscaba en letterboxd otras películas suyas, descubrirme la cantidad de documentales que hay sobre su vida, sus adicciones y su rehabilitación. Resulta que es la Britney Spears del cine. Apuntados quedan para verlos en un futuro.
Sobre la película en si, pues que decir. Tiene un par de momentos graciosos y tampoco es tan larga como para aburrir, así que puede valer si lo que quieres es desconectar un rato o tener algo de fondo mientras navegas por twitter.
Mi sensación es que trata de alejarse de otras películas similares tratando de ser más feminista novedosa en algunas cosas, pero no deja de tener personajes súper estereotipados y comportamientos casposos que al final me incomodan casi más que si toda la película fuera intencionadamente cuñada.
Creo que solo llegas a tiempo a ver esta película si la ves en el 2004. Es que no entiendo nada por qué está considerada como película de culto adolescente, no hay por dónde cogerla. Mean Girls es mala, y lo que es peor, me vuelve mala. Todos estos años de autotrabajo y deconstrucción echados a perder. Han conseguido que las juzgue a todas por su forma de ser y por su físico. Chicas, qué pintas lleváis, os queda toda la ropa mal, dejad de enseñar el ombligillo. Qué mal la moda de los 2000.
En fin, qué mejor forma de analizar esta película diciendo que las bromas son malas, las voz en off es mala, Lindsay Lohan sonriendo continuamente es mala, el moralismo es muy barato y el compendio de estereotipos es cuanto menos cutre. Además, si las plastics fueran malas de verdad no acogerían a Cady con esos ojos pintados que me trae y ese polo rosa de Lacoste que le queda gigante y que todo el mundo vería en el segundo uno que se lo han dejado porque ella no tiene nada rosa. ¿No ves que en África no existe el rosa, solo hay leones? Por cierto, hacer engordar a una persona es mucho más cruel que robar un novio.
Lo peor:
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Qué pesados con lo de que ha vivido en África. El día que se deje de considerar África como un solo país…
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La charla en el gimnasio con las chicas levantando las manos. No le encuentro el sentido.
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Flipo que haya todavía chavales en Estados Unidos que estudien en sus casas.
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Nunca nadie guapo se enamora de alguien no normativo.
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Los adolescentes de hoy en día tienen series como Sex Education y nosotras tuvimos que pasar la edad del pavo con películas como esta. Así me fue.
Lo mejor:
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Salvo la banda sonora.
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Y el atropello.
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Reconozco que esto en el 2004 pudo considerarse “moderno”. He visto algún atisbo de orientaciones sexuales no heterobásicas, pero poco más. Es que no salvo ni a Amy Poehler ni a Tina Fay.
Te gustará si te gusta Lindsay Lohan antes de darse al crack y la gente que se consideraba guapa en los dos mil.
La verdad es que tengo poco que aportar sobre esta película. Debería ser entretenida, graciosa y engancharte emocionalmente pero la verdad es que no logra ninguna de las tres. Y no es que yo sea un hater de las películas teenager, todo lo contrario, pero tienen que ofrecerme un poquito mas para poder engancharme. En este aspecto pensando en algunos ejemplos que si han funcionado para mi me vienen a la cabeza: Submarine, Juno, Booksmart, The Perks of Being a Wallflower o Lady Bird.
Me ha sorprendido lo mayores que parecían los actores, quince años no pasan en balde y ahora parece un poco caricaturesco poner a actores de ciento y pico años a hacer de adolescentes.
Cuando un producto sin demasiadas pretensiones como este no te encaja no da mucho lugar a sacar conclusiones. La realidad es que el guion me aburre , la trama me parece previsible, el montaje no tiene nada de original y los personajes aun menos.
Una americanada total.