Inside Llewyn Davis

Joel Coen y Ethan Coen (2013)

 

Si en nuestra ultima entrada hablábamos del folk pintoresco y risueño de O brother, aquí tenemos la cara b de los Coen unos años mas tarde. Ellos mismo consideran esta banda sonora como una descendiente directa de O brother. Ademas se producen ciertas similitudes en la historia como el proceso de grabación del hit en ambas.

La película en si me gusta en muchos aspectos, las canciones vuelven a ser uno de los mayores alicientes y además en esta ocasión le acompaña una fotografía y una ambientación magnifica. Yo ya la había visto y escuchado su bso y volver a recordar el repertorio ha sido una maravilla. La interpretación de Oscar Isaac me parece muy buena y los diálogos están como siempre a la altura de la dirección. Pero tiene algo que no me llega a funcionar y es que no acaba de contarme nada que realmente me enganche, me paso toda la película esperando que de el empujón que acabe por conmoverme o el giro que me ponga mas en guardia pero nunca llega. me deja un poco indiferente aunque vuelvo a repetir que la interpretación de las canciones ya me parece que merece la pena.

La escena final cerrando el circulo fue una sorpresa, pero cuando lo piensas bien descubres lo poquito que aporta. Quizá a su modo sirva de resumen de lo que me pareció la peli, todo encaja perfectamente esta cuidado y a penas se le ven las costuras pero tampoco termina de aportar nada del otro mundo.

Y con estos nos despedimos hasta la vuelta del verano. Hasta pronto, amigos.

En la anterior crítica -sobre ‘O brother’- yo misma dije que los Coen no eran para mí pero creo que se me olvidó hacer un apunte muy certero: el humor de los Coen. Sí, esa fanfarronería no me gusta. Pero luego realizan películas como la que traemos hoy y casi me levanto a aplaudir.

Me ha gustado tanto como la primera vez que la vi, allá por el 2013 previo a los Oscars.

Ulises es sinónimo de viaje, un viaje que realiza nuestro protagonista y cuya metáfora reside en el nombre del gato, es decir, el viaje homérico de Óscar Isaac fiel a su determinación y al camino que decidió tomar desde un principio.

Hablando de Óscar Isaac ¡Qué interpretación! recordemos que aunque ahora lo conozcamos, entre otras cosas, por ‘Star Wars’ entonces solo había hecho papeles secundarios así que recibir un papel principal que denota fuerza y buenos registros debió ser un gran paso.

Por otro lado tenemos los momentos musicales y el estilo con el que están filmados, simplemente atrayentes.

En su revisionado me ha recordado mucho a «Searching for Sugar Man». Por cierto, aunque aparentemente no se parezca en nada a ‘O brother’- veo que ambas comienzan desde el mismo punto de partida: el camino -por no repetir la palabra viaje- de unos personajes encerrados en una vida sin un rumbo claro.

Este es el cine de los Coen con el que me quedo.

Otra película de los Coen y volvió a salir cruz. Si la semana pasada decía que de O brother! solo recordaría al gracioso de Clooney, ahora me temo que de Lou N. Davis solo recordaré el nombre.

Es fácil ver cierta continuidad con la anterior película y se me hace casi obligatorio el compararlas, ya que comparten temática musical, la mitad del elenco e incluso ese tramo de road movie. Hasta tiene ese pequeño guiño en el nombre del gato.

El apartado musical lo pondría a la par en ambas. En las dos he disfrutado de las canciones, pese a que se traten géneros que no estoy acostumbrado a escuchar. Mola ver esa faceta en algunos actores que no esperabas que la tuvieran.

De grandes actores andan sobradas ambas, aunque me decanto por esta última. Tanto por Oscar Isaac, que me ha sorprendido gratamente en un papel más dramático (para mi siempre será Poe Dameron), como por el desfile de caras conocidas como el malo de Whiplash (que últimamente sale en todas), Justin Timberlake o el siempre bienvenido Adam Driver.

Por lo general, Inside Llewyn Davis me ha entretenido más que O brother!, que se me hizo pesada en algún momento. Me gusta lo poco pretenciosa que es. No quiere contarnos una gran historia. No tiene un gran giro de guion. Ni siquiera tiene un final feliz. Simplemente son unos cuantos días en la vida de un hombre cualquiera, con sus problemas y sus miserias. Y creo que ese es el gran valor de la película.

Sin embargo en este caso los Coen dejan de lado el humor y se ponen intensos. Me da un poco de pena porque apenas se reconoce su estilo tan peculiar de contar historias pese a algunas pequeñas pinceladas en algunos diálogos. No se si les sienta bien del todo salirse de ese tono más desenfadado en el que suelen moverse, pero yo al menos lo echo de menos.

En definitiva, diría que en global Inside Llewyn Davis es mejor que O brother! Pero sin embargo esta última tiene momentos puntuales más memorables y deja más huella, seguramente por lo surrealista que es.

Sea como sea, en estos tiempos en los que no hay conciertos, se disfruta especialmente de estas propuestas musicales, aunque sea desde la pantalla de tu casa. A mi al menos me ha parecido el momento idóneo para verlas.

¿No os pasa que a veces olvidáis completamente la cara de algunos actores? Os acordáis un poco de la historia, pero no de quién la protagonizó. Pues eso me ha pasado. Vi esta peli y tiempo después vi las nuevas Star Wars. Ahí me creí que había conocido a Oscar Isaac, pero ayer re-viendo este film me di cuenta de que no. Pero es que es tan triste que borré su recuerdo. Por supuesto, aún menos recordaba a Justin Timberlake (me sigue sorprendiendo que sea -no tan mal- actor) y a Adam Driver; solo sabía que aquí actuaba Carey Mulligan. Esa mujer, que a veces no logro distinguir de Michelle Williams, es de terciopelo, aunque se dedique buena parte de la película a insultar. Pero con qué clase. Sus graves en 500 miles son lo más bonito de la hora y tres cuartos. Son como un abrazo calentito.

Los Coen firman este homenaje al fracaso, al frío y a la hostilidad de Nueva York, pero lo regulan con sus, como siempre, toques de humor. Las tonalidades grises nos hacen navegar en la depresión de Llewyn, al que solo vemos vagar y nunca triunfar (“Pensé que necesitaba un buen sueño pero resulta que necesitaba algo más”). Y sin embargo, me genera muchísima satisfacción que se graben películas en las que no tienes que esperar al amor que lo salva todo, al golpe de fortuna que cambiará la vida del protagonista o al dinero por castigo. Acompañamos al personaje de Oscar Isaac sin más expectación que ser espectadores de su miseria y de sus canciones, que jo, qué bonitas.

La parte road trip se me hizo más aburrida, pero ver la paliza dos veces me hizo volver a creer en el equilibrio. Mira majo, te merecías esa paliza. No hay una depresión que justifique que insultes a una mujer que quiere cantar en público.

Lo mejor (además de Carey Mulligan):

  • Adam Driver cantando ruiditos en Outter Space.

  • Bob Dylan, que me deja la piel de gallina.

  • Las películas circulares.

  • En las dos últimas películas que hemos comentado en ECDC había personajes llamados Ulises.

Lo peor:

  • Cada papel que haga Pedro Picapiedra no logrará que olvide a Pedro Picapiedra.

Pues aquí acaba mi primera temporada del club del cine, que empecé con mucha ilusión y que termino con unas ganas locas de criticar las pelis de mierda que solamente elijo yo. No, Inside Llewyn Davis no es una mierda, ni mucho menos, pero a estas alturas de la vida y la pandemia todo se me está haciendo un poco cuesta arriba.

¡Nos vemos en la próxima temporada! ¡Feliz verano!

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