Todd Field (2001)
Muchas películas han contado la pérdida y el dolor de perder a un hijo, pero pocas han logrado hacerlo con la sensibilidad y sutileza con la que Todd Field escribió y dirigió In the Bedroom. Si ya de por si es algo trágico y antinatural perder a un hijo, imagínate que es asesinado violentamente y que su asesino se pasea tranquilamente por tu barrio unas semanas después. Este tremendo dilema nos plantea esta película, que brilla por sus metáforas y sus personajes, fantásticamente escritos, y con multitud de matices, cuyos silencios son tan importante como aquello que dicen.
A mi juicio, la película se divide en tres partes. La primera, una introducción que en 45 minutos dibuja a la perfección a nuestros protagonistas y el contexto que les rodea. La tragedia ya mencionada marca el inicio de la segunda parte, el duelo. Personalmente creo que es la mejor parte de la película, en la que unas complejísimas y maravillosas interpretaciones de Tom Wilkinson y Sissy Spacek nos permiten compartir su dolor y nos dejan con un nudo en la garganta. Un contenido Tom Wilkinson, padre indulgente y cercano, sobresale como padre roto de dolor por dentro pero incapaz de expresarlo. Por su parte, Sissy Spacek, siempre excelente, construye a una madre fría y distante que expresa su dolor atacando verbalmente a aquellos a quienes más quiere (tremendo el momento en el que el dolor contenido estalla contra su marido tras encontrarse con el asesino de su hijo). Por últimmo, Marisa Tomei no se queda atrás como la novia dolida y llena de culpabilidad, que no es capaz de mirar a los padres de su novio a la cara tras semejante tragedia. La última parte de la película, quizás a un nivel algo inferior que el resto de la película y algo más larga de lo necesario, presenta un polémico desenlace que, sin ser redondo, sin duda nos hace pensar, ¿qué habría hecho yo en su situación?
Cabe destacar que, pese a sus cinco nominaciones a los Oscar en el año 2001 (entre ellas, por supuesto, las interpretaciones antes mencionadas) se fue de vacío, siendo Una mente maravillosa, una película, a mi juicio, infinatemente inferior, la gran triunfadora de la noche.
A priori tenía los ingredientes para que me gustara: drama familiar, duelo, muerte, un personaje machista al que odiar. Pero no, vaya fail. Me planteé varias veces si estaba viendo la película correcta o si acaso había elegido un drama de la hora de la siesta que quizá se llamaba igual que la película que me tocaba ver esta semana. La paré y fui a comprobarlo. Sí, era este sopor.
Y resulta que tiene bastante buena nota en letterboxd y que fue nominada a 5 Oscar incluyendo mejor película, actriz y actor. Sigo alucinando.
No tengo apenas nada que compartir de In the bedroom, estoy deseosa de leeros a ver si hay algo que me haga cambiar de opinión. Solo puedo comentar que se me hizo lenta, aburrida y que es totalmente predecible. Ya no es que el desenlace sea previsible, es que sabes qué va a pasar en el minuto siguiente, en la media hora siguiente y por supuesto, en el final (y os aseguro de que yo nunca me entero de estas cosas). Encima dura más de dos horas. Los personajes no tienen nada de carisma y tampoco sentimientos, la empatía que generan es totalmente nula. Por mucho que cada uno viva el duelo a su manera, esto es inverosímil. El rollo vengativo que nos quieren hacer pasar por sorprendente también es un fracaso. Y para rematar, la estética es igualmente malísima, casi al nivel del peor cine de tacitas. Hasta el colorcillo antiguo me ha sentado mal. Y eso que ni siquiera es tan antigua.
Lo más interesante ha sido descubrir que el maltratador asesino clásico de la iniciativa Dharma ¡es primo de Tom Cruise!
En resumen: mediocre y especialmente aburrida, cuando dentro de unos años alguien me hable de esta película seguramente crea que no la he visto. Me sorprendo de no haberme dormido con ella.
In the Bedroom es una película que trata sobretodo el dolor ante la perdida inesperada de un ser querido. Y lo hace describiendo meticulosamente a la pareja protagonista, que dicho sea de paso me parece que hacen una interpretación buenísima. El tratamiento de estos dos personajes es magnifico. En todo momento se puede percibir su duelo, la forma en que cada uno lo afronta y como afecta a su relación intensificando problemas que ya existían y ademas otorgándoles una conexión que no tenían. La película es perfecta en muchos aspectos, el ritmo pausado es el idóneo, los personajes no podrían estar mejor caracterizados, el guion es sublime tanto por los diálogos que se producen como por los silencios que dicen aun más. Hay varias escenas que me gustaron especialmente, que son: la discusión cuando llegan a un punto límite en su relación y la partida de cartas en la que él reprocha que no le traten de la misma manera que antes. Da la sensación de estar cuidando de manera sublime todos los aspectos que pueden surgir tras una tragedia de esta índole, mostrándote tanto la versión mas intimista de cada uno como los detalles del día a día. La dureza de los silencios entre los dos personajes, la forma que se reprochan, sin duda es la parte de este film que me parece mas puro.
Pero no es solo eso, por desgracia, pues son las otras partes las que me chirrían más y consiguen que desconecte por momentos. El primer tramo, me lo trago como algo necesario para disfrutar más de todo lo que he estado hablando. Comienza de manera que te hace pensar que la película va a discurrir con la relación del hijo hacia una persona más mayor y con problemas de abusos por su ex como centro de la trama para después sorprender con un marcado giro. Pero es sobre todo la parte final la que menos me encaja, pues aunque no es demasiado sorprendente, una consecuencia natural de la rabia y el rencor si que parece que no esta a la altura de los mejores pasajes. Casi le da un aire de culebrón a todo el trabajo hecho.
El amor, la obsesión, el dolor. Sentimientos que se ponen de manifiesto a lo largo de toda la película, esa película que es de Sissy Spacek, a sus pies.
Me gusta su naturalismo mediante el cual se dejan a un lado sensiblerias o escenas dramáticas. Asistimos a unos acontecimientos de una crueldad notable que gracias a la actuación de los protagonistas nos podemos imaginar qué se siente, sin lloros o excesivos lamentos. Personajes que hacen un fiel reflejo del abismo interior que genera una pérdida y de toda la gama de sentimientos que puedes atravesar.
Sentimientos que como hemos podemos ver, en este caso, desembocan en la venganza. Me ha gustado muchísimo la escena final con Tom Wilkinson matando al asesino de su hijo e inmediatamente después metiéndose se en la cama con su mujer. El detalle de la tirita, metáfora incluida.
Ahora bien no entré del todo en la película. Puedo entender la motivación de los personajes y su desarrollo pero hay comportamientos con los que no logro empatizar. La relación padres e hijo, por ejemplo. Quizá estaba pensando mucha parte del metraje en las actuaciones que son bastante válidas y la historia/guion me dejaron un poco «fría» no lo sé, de todas formas, como he dicho antes, me gustó mucho el final huyendo de situaciones buenistas y resginaciones y haciendo lo que muchos pensaríamos, quizá no lo hiciéramos realidad pero alguna vez se te pasa por la cabeza.
Lo primero que quiero decir es que para mi, el actor que hace de asesino, siempre será Ethan Rom de Lost, por mucho que se tiña de rubio o lleve el bigotillo ridículo ese.
Respecto a la película, lo más destacable es lo LARGA que es. ¿Cuánto dura? Siento que he visto cada segundo de todos los meses en los que transcurre. Y lo peor es que la mayoría de ese tiempo no ocurre nada. No seré yo quien se queje de una película contemplativa, pero creo que en este caso es excesivo.
Desde que muere Frank hasta los últimos diez minutos, prácticamente solo vemos deambular a los padres como almas en pena. Y casi que hubiera preferido que la película se hubiera quedado en eso, en ver como evoluciona el matrimonio a partir de la muerte de su hijo. Sin embargo ese tramo final en el que el padre secuestra y mata al asesino… No se, me parece que tiene todo un aire a TV movie un poco cutre.
En definitiva, tiene algunas cosas salvables, como que la película gire en torno a una pareja de personas mayores y el luto por su hijo, lo cual no es muy habitual (los protas siempre son jóvenes y guapos) y ayuda ese ritmo pausado, pero al mismo tiempo se hace pesada y un poco bizarra para mi gusto con ese final.
In the bedroom es ante todo un telefilme de sobremesa de Antena3, no es esta cosa Alemana grabada en digital con actores pésimos y guiones de mierda, pero, tirando de refranero, aunque la mona se vista de seda mona se queda. Creo que esta película es una historia del montón, bastante predecible, sólo lo salva eso que los actores están bien y que se ve que se ha puesto saber hacer. Creo que para hacerla buena tendría que haber haberse quedado en el entorno de los 90 min toda la fuerza emotiva se diluye por la duración.
Tiene escenas que vengo a denominar de “juncos”, es decir, de relleno y poco atrayentes que me alejan más de la trama y los personajes. También abusa de juntar en escenas personajes de manera anodina y falsa, un sin sentido.
La única secuencia que se me quedó, fue una de esas partes que eliminaría para hacerla más corta, es cuando el padre habla con el abogado y hay esos planos supercortos te da esa sensación de olla exprés a punto de explotar.
Luego veo que se pone por las nubes esta peli, quizás me he perdido algo o es que no tengo corazón, ambas cosas son posibles