Garden state

Zach Braff (2004)

 

Típica peli indie. Chico atormentado conoce a chica atormentada. Ninguno busca nada, porque suficiente tienen ya con lo suyo, pero al final pasa lo que tenía que pasar y sin que ninguno se esfuerce lo más mínimo en ello, acaban enamorándose. Y por el camino solucionan todos sus problemas y dramas personales a ritmo de The Shins (como en toda buena típica peli indie).

Dicho esto, a mí me la han vendido. Yo compro. Vale que hay que tragar con algunos clichés de los que parece imposible desprenderse en las pelis románticas, pero el conjunto mola y es lo suficientemente original como para pasar por alto esos momentos.

Además tiene un montón de cameos curiosos como el de Sheldon Cooper, el del amigo de (500) Days of Summer y hasta el mismísimo Bilbo Bolsón.

  • ¿QUÉ DESTACAS?

NATALIE PORTMAN. Qué maja es. Y qué guapa. Me enamoré de Sam antes incluso de que apareciera en pantalla, cuando sólo se había escuchado su risa en la sala de espera del médico. Y de ahí hasta el final.

No quiero quitar mérito tampoco a Zach Braff, que además de también molar lo suyo en la peli, la ha escrito y dirigido él. Qué tío. El Zoe Kazan de los hombres.

En definitiva, que los dos molan y hacen buena pareja. Son graciosos. Y su relación se va consolidando rápidamente (igual demasiado, ¿no?) de forma por momentos un poco torpe, pero divertida.

Y si los dos protagonistas funcionan, todo lo que les rodea también. Los personajes secundarios son carismáticos y divertidos. Con todos ellos habrá algún momento de risas. Unos toques de humor que están bien repartidos por toda la película y algunos realmente buenos.

La banda sonora también acompaña a la perfección en los momentos clave. Las típicas canciones que suenan en la típica peli indie y que a mí me ganan. Especial mención a Let go, que me flipa. Temazo.

  • ¿QUÉ NO TE CONVENCIÓ?

Creo que todas estas pelis me gustarían más si acabaran tres minutos antes, ahorrándose la escena final. Esa obsesión por dejar satisfecho al espectador con todo perfectamente resuelto me saca un poco de la película (y de quicio).

¿Problemas con el padre? Que hablen treinta segundos y digan que todo irá bien. ¿Años medicándose? Quítale la medicación. Sin consecuencias. Todo irá bien.

¿Y la relación entre ellos? Por un momento parece que no va a terminar como en un cuento de hadas (ni siquiera iba a terminar mal), pero era demasiado que soportar para el sensible espectador.

¿Por qué no te fuiste, Zach? Vete a tu ciudad y arregla tus cosas, como dijiste que ibas a hacer (un minuto antes de arrepentirte). Podías seguir visitándola los findes, no tenía por qué acabarse. Pero no, tuviste que bajarte del vuelo (classic) e ir a rescatarla de sus lágrimas a la cabina telefónica, como Marcos Serrano. Ya tenemos nuestro happy ending.

  • MEJOR MOMENTO

Sam: He’s my knight shining armor.

Andrew: Don’t talk about knights around Mark, it’s a sore subject.

Mark: I’m gonna kill that motherfucker!

Andrew: Pun intended?

  • ¿QUÉ OPINARÍA TU CUÑADO?

Aquí estamos saltándonos lo más importante de la historia. Ese chaval dejo a su madre paralítica. ¿Es que nadie va a decir nada? Los niños de hoy están muy consentidos. Tanto diálogo y tanta mierda y al final pasa lo que pasa, que no tienen límites. Se les consiente todo y no puede ser. Igual si le hubieran dado un guantazo a tiempo su madre seguiría viva. Y lo peor es que el malo es el padre, por mandarle interno y medicarle. Cuando donde tenía que estar era en la cárcel.

Sabias que… Las limitaciones de tiempo obligaron a que la postproducción se hiciese de la manera más eficaz posible. La película se realizó durante una pausa de la serie “Scrubs”, por lo que Braff sólo dispuso de seis semanas para el montaje después de terminar de rodarla. Para acelerar el proceso, decidió hacer algo poco habitual: comenzó a montar la película mientras todavía se estaba rodando.

  • ¿QUÉ DESTACAS?

La definiría como la típica película independiente de atmósfera mágica y especial. Como tal, me parece entretenida y ligerita con algunos puntos de humor reseñables. No me ha hecho perder el tiempo, al contrario, sirve exclusivamente para poder pasar el rato.

  • ¿QUÉ NO TE CONVENCIÓ?

A la hora de escribir esta sección no puedo dejar de compararla con lo que para mi es el sumun de este genero, Amelie, y a partir de ahí desgranar que es lo que le falta para conseguir ganarse el status de especial. Los personajes son todos muy particulares, pero a falta de parecerte maravillosamente singulares se pasan a lo estrafalario. Los montajes con secuencias musicales, tan míticos de estas películas no me convencen en absoluto y están como el protagonista entumecidos en litio. La obsesión de que todos los escenarios y todos los secundarios sean tan retorcidamente raros te saca mas de la historia y te impide la deliciosa sensación de querer pertenecer a ese mundo. En los momentos mas dramáticos de la película como son la narración del accidente de la madre y el reencuentro del aeropuerto, en el primero siento lo mismo que el personaje después de una mañana de antidepresivos, la nada absoluta y en la segunda me dan ganas de vomitar por como todo se va desarrollando hacia el punto y coma del made in hollywood.

  • MEJOR MOMENTO

Quizás ese es uno de los grandes problemas de la película, que entre los momentos que debería debatirme para incluir en esta sección, como los mas intensos entre los dos protagonistas o los mas divertidos y entrañables entre amigos no me llaman nada, no logro entrar nunca en la atmósfera “mágica” que propone Braff.

  • ¿QUÉ OPINARÍA TU CUÑADO?

Espabila chaval, si te contara lo que hacia yo a tu edad…

Primera película como director de Zach Braff, que a los que no les suele el nombre (como a un servidor), probablemente lo reconozcan en seguida cuando lo vean al tratarse del protagonista de la serie Scrubs.

La cinta nos pone en la piel de Andrew Largeman, un joven atiborrado de antidepresivos desde que tiene uso de razón que vuelve a casa para asistir al funeral de su madre. Puede parecer la típica historia en la que el joven vuelve a casa para sufrir una especie de epifanía tras la cual su vida da un giro de 180o y comenzar de nuevo y, efectivamente, así es. Partiendo de un argumento tan manido es complicado llegar a sorprender al espectador y tratar de que la película quede en nuestras retinas y la recordemos como una de las grandes óperas primas de la época. La cinta tiene algunos buenos momentos y ciertos planos interesantes, así como una buena y diferente elección de la banda sonora, pero lo cierto es que todo esto se queda algo cojo y finalmente no consigue destacar en nada, pasando rápidamente al cajón del olvido. NEXT!!

  • ¿QUÉ DESTACAS?

Nada en especial.

  • ¿QUÉ NO TE CONVENCIÓ?

Más que algo en concreto, es el conjunto lo que no llega. El argumento ni engancha ni sorprende y los personajes no consiguen que empatices con ellos, provocando que la cinta pase sin pena ni gloria.

Eso sí, es una buena peli para una tarde de peli manta y no preocuparse si uno cae en las redes de Morfeo.

  • MEJOR MOMENTO

La fiesta inicial en la casa de uno de los amigos de Andrew. Drogas y sexo tras el funeral de tu madre ¿Por qué no?

  • ¿QUÉ OPINARÍA TU CUÑADO?

¡Pfffff! Otro bodrio para intensitos con pretensiones de algo más. A ver cuando aprenden de cine y se dejan de ñoñeces, que empiecen por ver los grandes clásicos y a ver si aprenden algo de los maestros de este arte. Mucho planito y cancioncita pero de cine nada.

Ay, los veintiséis años. El paso irremediable a la madurez, ese “abismo infinito” cuyo único remedio se encuentra en las bolsas de basura. Garden State es una película extraña, agridulce, ni mucho menos redonda o perfecta, pero que -en lo personal- es capaz de atrapar el espíritu generacional de todos aquellos que, inevitablemente, nos vemos a veces abrumados por el irremediable transcurso de la vida. Y no, afortunadamente yo no he dejado a mi madre parapléjica.

  • ¿QUÉ DESTACAS?

Creo que la película crece enormemente cuando consigue transmitir la convulsión vital de su protagonista, su entumecimiento en la constante sensación de no llegar a entender realmente nada. ¿Quiénes éramos hace tiempo y quiénes somos ahora? ¿Qué es lo que realmente debemos hacer? ¿Por qué me siento tan extraño, conmigo mismo y con los demás? Son preguntas de muy difícil respuesta, pero que constantemente se reflejan en el rostro y en la actitud de Andrew Largeman, interpretado con ternura -y a veces con demasiada impavidez- por el director de la cinta, Zach Braff.

Y más que una respuesta, lo que encuentra Andrew es un poquito de redención a través de la calma: la que le regala el descubrimiento de Samantha, alguien capaz de devolverle la capacidad ya no de amar, sino simplemente de sentir. Todo queda reflejado en esa hermosa conversación al calor de la lumbre: “Contigo me siento seguro. Me siento en casa”. Es en esa mezcla de complejidad y ternura donde la película encuentra sus mejores argumentos.

Como nota, siempre le estaré agradecido por descubrirme, hace años, a The Shins. Gran selección de canciones.

  • ¿QUÉ NO TE CONVENCIÓ?

La razón por la que Garden State no llega más alto tiene que ver con la dificultad para catalogarla. Y creo que eso sucede porque muchos de los momentos cómicos que propone no llegan a funcionar. Hay algunos que sí, ya que van acordes con la historia, nos ayudan a introducirnos en ella, o directamente tienen gracia -ese policía que parece sacado de Supersalidos– y otros que, a veces por su excesiva excentricidad, a veces por estar pelín forzados, nos alejan de la realidad del personaje y, además, son demasiado autoconscientes. Es decir, no son naturales y aparecen como injertos que despistan al espectador. Como ejemplos, el ratito con el segurata del prostíbulo (o lo que sea), el dependiente sin amigos o, justo al principio, la tontería con el pan vietnamita.

  • MEJOR MOMENTO

Otro de los temas principales de la película es, por supuesto, el traumático regreso al hogar. La llegada es precisamente lo que convulsiona definitivamente toda esa existencia ya de por sí tumultuosa, pero apagada, y que le lleva a hacerse todas esas preguntas respecto a su situación y su identidad. En este sentido, en el comienzo de la película es cuando mejor se reflejan esas sensaciones: el insulso reencuentro con antiguos amigos o compañeros, la desubicación física y emocional, la fría relación con su padre… Por la risa, me quedo con ese guiño a Serpico con el grito de ATTICA!

  • ¿QUÉ OPINARÍA TU CUÑADO?

¿Me puede explicar alguien dónde está la gente normal? Es increíble que hayan hecho parecer a Sheldon Cooper incluso más friki que en la serie. Nunca una película me había dado tantas ganas de pegarle una torta a su protagonista como esta.

Garden state es el resultado de sumar; la vuelta al hogar, el encuentro de uno mismo y el hallazgo del amor. Una película independiente que nada entre la soporífera Los TenenbaumsUna familia de genios y la estupenda Juno. Pero naufraga y se queda en el fondo del mar junto a las películas independientes que “lo intentaron pero no”.

Y, claro, después de afirmar a pies juntillas esto, pienso, como hacemos todxs erróneamente, que voy a encontrar consuelo en el resto de mortales porque tienen la misma opinión que yo por lo que cuando me meto a buscar algo de información y me topo con “pequeña joya del cine independiente”, “es una de las perlas indies de la temporada” o “lo mejor son sus entrañables personajes” me pregunto: ¿Me habré equivocado de película? No.

En muchas ocasiones el cine ha reflejado las vueltas a casa o el encuentro con uno mismo (Into the Wild, por ejemplo) que recae en el protagonista para quien los hechos suponen un enfrentamiento entre su pasado y su identidad presente. En este viaje se suelen sacar a relucir conflictos que explican muchos de sus rasgos y comportamientos actuales. Cuando compramos el billete de dicho viaje nos situamos en el mismo punto que el protagonista al cual acompañamos, interesadxs y expectantes, a su revelador, o no, final. La cosa cambia cuando me da absolutamente igual el protagonista, sus amigxs, su familia…etc. Vamos que, por mí, como si se suicida. Y esto es lo que me ha pasado con Garden state.

109 minutos de metraje donde no pasa nada; los personajes se mueven del escenario A al escenario B y hablan entre ellos a partir de un guion que no me dice nada, repleto de drogas, alcohol y situaciones sinsentido que carecen de gracia. ¿En serio esto es el humor estadounidense?

Así que una se plantea si es una persona básica de esas que dice con un tono insoportable “Esta película no me gusta porque no pasa nada.” Y me niego a asumir esto solo porque ciertas personas hayan encumbrado a la que simplemente es una película de raritos, en sitios raritos, haciendo cosas de raritos.

Con todo ello doy mi enhorabuena a Zach Braff por desarrollar la excusa perfecta y más trabajada que he visto nunca para poder besar a Natalie Portman. Te envidio tronco.

  • ¿QUÉ DESTACAS?

Su exquisita banda sonora y que me haya tenido media hora teorizando sobre el accidente con el que empieza la película.

  • ¿QUÉ NO TE CONVENCIÓ?

Los personajes. Entiendo que se juega con la sátira y el humor excéntrico, dos de las bases del surrealismo, pero no entendí a ninguno.

Ah y que el hámster no se comiera a Natalie Portman.

  • MEJOR MOMENTO

Cuando descubrí que ya habían pasado 80 minutos y se acercaba el final. La felicidad estaba ahí amigxs, la pude ver.

  • ¿QUÉ OPINARÍA TU CUÑADO?

Yo no entiendo las moderneces que veis ahora pero ¿de qué va la película? A mí dame una historia con un buen guion, con su nudo y desenlace porque para ver el comportamiento de una panda de taraos me voy a pasar el finde a casa de mi suegra con mis cuñados.

Otra cosa, ¿Esa gente trabaja? Ya te lo digo yo: NO. Menudo hatajo de vagxs y maleantes. Por no hablar del protagonista, qué parguela, más de una hora pa’ besar a la churri y encima está loca.

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