Turn me on

Michael Tyburski (2024)

Are you content?

Esa es la pregunta que se hacen constantemente los personajes de la película unos a otros para saber su estado de ánimo, a la cual todos responden siempre lo mismo:

I’m quite content.

Si con The substance (asumo que a estas alturas ya la ha visto todo el mundo) podíamos crear una versión mejorada de nosotros mismos, Turn me on propone una píldora que nos permite dejar de sentir emociones.

La peli nos muestra una pequeña sociedad distópica formada por personas que han decidido que los vaivenes de la vida son demasiado molestos para querer vivirlos. La tristeza, la alegría o el deseo son solo estados a evitar. Cualquier emoción es vista como un impedimento y se puede eliminar con una pastilla diaria.

¿Pero un impedimento para qué? Supongo que para producir, que es lo que da verdadero sentido a nuestra existencia. O al menos esa impresión da, ya que la empresa que se encarga de proporcionarte esa pastilla es la misma que gobierna. Es ese estado-empresa el que elige tu trabajo, te asigna una pareja y hasta te manda un hijo cuando llega el momento.

Una vida totalmente rutinaria y carente de altibajos gracias a la ausencia total de emociones. Eso es lo que vemos hasta que un día la protagonista se salta su dosis y comienza a experimentar sensaciones nuevas, lo que la lleva a un camino de exploración bastante divertido.

El contraste de un personaje en edad adulta pero con mentalmente de bebé deja momentos bastante graciosos en los que descubre o aprende a apreciar cosas tan básicas como los sabores de la comida, la música o el humor.

La película, como no podía ser de otra forma en un mundo sin emociones, tiene una estética muy aséptica que hace destacar los pocos elementos que se salen un poco de la sobriedad general (especial mención a las animaciones de sus aparatos electrónicos).

Y aunque el trasfondo es bastante dramático, en todo momento mantiene un tono de humor. Una película ligerita, original y divertida que a casi cualquiera le gustará y que igual te sirve para valorar un poco los malos momentos. Al menos yo los prefiero a la alternativa que ofrece la peli, aunque hubo miembros de este mismo club que elegirían tomarla.

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