Larry Charles (2023)
Me esperaba un musical bien fresh de maricas cantando y bailando por las calles de Nueva York y lo que me he encontrado ha sido un circo de los horrores con incestos varios y criaturas de las alcantarillas.
Aunque para ser honestos tampoco lo he sufrido en exceso. No tiene grandes números pero me he entretenido viéndolos. Y aunque el humor es bastante malo, me ha sacado alguna risa (confieso que me ha hecho gracia el coño volador, lo siento).
Lo peor sin duda son los dos gemelos. ¿Se puede tener menos carisma? Estos dos niños pijos no me pegan nada con el tono de la película. Todo lo contrario que los padres (mítico Nathan Lane), que le dan ese toque grotesco a todo lo que hacen sin perder la dignidad, cosa que no me parece nada fácil.
Creo que aspira a ser súper transgresora pero me da la sensación de que poner a un Dios gay que apruebe el incesto ya no lo es tanto, simplemente queda en una broma que te puede hacer gracia (seguramente no).
No es el musical veraniego que esperábamos pero bueno, al menos era un musical. Y ya es verano. ¡Nos vemos a la vuelta!
Difícil encontrar las palabras para empezar esta reseña. ¿Qué es esto que acabo de ver? Sigo sin tenerlo claro.
No había visto el tráiler, ni había leído la sinopsis. Tampoco había oído nada sobre este musical. Solo había visto el cartel, y con tanta luz, colorido, y ese título, me esperaba un musical de travestis con el que posiblemente me lo iba a gozar. Pero… No.
Es una película bastante mala a la que no le he encontrado el sentido. Esto último no siempre tiene que ser algo negativo, pero en este caso lo es. Me habría funcionado como sketch de 10 minutos en Saturday Night Live, por lo forzadísimo de las actuaciones y lo surrealista de la trama. Pero como película, no (al menos a mí). Creo que intenta ser irreverente, pero lo que consigue es ser cutre y, en ocasiones, hasta desagradable.
Los números musicales no me han disgustado, y de ahí mis dos estrellas. Las letras de las canciones en algún momento me han hecho gracia, muy del rollo temazos de Berto and The Border Boys.
También me ha molado la clara referencia a Miguel Bosé, con esa trama de quédate tú con un hijo y yo me quedo con el otro.
Poco más que añadir, conseguí terminarla porque es corta, pero si llega a durar 15 minutos más probablemente hubiera abandonado. Así que los que no la habéis visto, os recomiendo que no lo hagáis.
Es malísima. Todavía me dejaba la esperanza después de ver el primer minuto que de mala que es pudiera reírme en algún momento, pero no hay forma. Siempre me quedo pensando en ese grupo de personas que han participado en las decisiones de una película así y cómo de conscientes son de lo horrible que es mientras lo hacen.