Fernando Trueba (1992)
No sé si mirar esta película con ojos de 2022, de 1992 o de 1930. Lo haga como lo haga, me parece moderna y a la vez me chirría. Quiero creer que los años de la República española fueron verdaderamente así, digamos felices y libres. Unos años en los que parece que existían las relaciones sexuales libres (más para ellos que para ellas), personas trans y madres artistas con amantes que iban y venían como querían. Lo encuentro un poco peliculero, pero me alegro de que así sea. Se me quedó un sabor de boca en el que casi todo encaja al 100%, la joie de vivre la puedes oler desde la pantalla del ordenador, pero de repente se te cuela en la escena Penélope Cruz con un blackflace que flipas. Un poco metáfora de la España que iba a ser y al final no fue. Pero me alegro por las películas que solo nos hablan de los inicios, que prometían otro futuro, porque también son importantes y también hay que contar las ganas y emociones del empezar.
La tensión sexual está por todas partes, todos están buenísimos y los personajes no tienen nada más que hacer. Lo he leído en una crítica y me parece totalmente real: esta película responde a la pregunta “cómo sería si todos los personajes de Mujercitas estuvieran perpetuamente cachondos y fueran españoles”. Un poco sí, un poco bien, un poco mal. El mito de Jorge Sanz es por algo, pero por otro lado es el sexo más irreal que se ha visto en cine, y mira que han salido unos cuantos. En 1992 no se estilaba eso del realismo para ciertas cosas.
Quise proponer Belle Époque para El Club del Cine porque hace unos meses vi el programa que Jordi Évole le dedicó a esta película por su aniversario. Se llevó a las actrices de nuevo a la casa y charlaron de este espíritu de apertura que muestra la película y que hasta en el título nos lo deja probar. También hablaban de los grises, claro. Sin duda me quedo con la escena del tango y con el primer plano de un bocadillo de tortilla. A mí es que esta Españita me gusta siempre ❤️💛💜
Es un guion es de lo más divertido que he visto en una película de este tono, me diréis si la frase “Es el seminarista que no ha cogido el tren, y se ha venido aquí siguiendo el olor de los coños de mis hijas” no es para ponerla en un plato de cerámica en el bar de la esquina. Creo que si esta película se hubiera estrenado ahora sería una fuente inagotable de memes, empezando por el blackface que se maca Pénelope (no se vayan a enterar en Hollywood).
Una vez superado el primer impacto de la manera de actuar y dirigir de estos años del cine patrio, que muchas veces parece que estás viendo más una obra de Lope de Vega que una peli todo encajó. Jorge Sanz a pesar de ser el protagonista es el que tiene el papel más soso y quien lo lleva peor. Pero como él me acabé enamorando de todas las hijas, claramente una trampa del maligno masón. La dupla carlista de Gabino Diego hijo, Chus Lampreave madre de diez, necesito un Spin Off de eso ya
Cómo encaja el trasfondo histórico sin dar la turra es otro de los aciertos de la película. Quizás la banda sonora podía haber sido algo mejor, demasiada y un poco deslavazada.
En general una película que me gustó y recomendaré.
Locus amoenus en España. Verano. Chicas. Amor. Faldas. Líos. Risas. Romances. Mentiras. Picaresca.
Trueba nos muestra una película dicharachera, ocurrente y llena de vitalidad y positivismo. Muy divertido el punto en el que no sabemos quién se aprovecha de quién ¿Fernando de las jóvenes Luz, Clara, Violeta y Rocío? ¿O ellas de él?
Tanto las actuaciones de todas ellas como la de Jorge Sanz son destacables pero no debemos olvidar a ese padre afable que poco le interesa la vida sexual de sus hijas interpretado por Fernando Fernán Gómez o Gabino Diego, siempre encasillado, o la maravillosa Chus Lamoreave. Una película coral en la que ninguno flaquea.
Teniendo detrás a Trueba, Azcona y García Sánchez muy mal se te tiene que dar para no sacar adelante algo decente.
Dicho esto, ahora viene cuando la matan. Hija, es que no puedo con tanto jiji y tanta felicidad. Todo el día parriba y pabajo. Me da la sensación de que en 1992 estuvo guay pero ha envejecido peor que yo que llueve y me duelen las rodillas. *Momento reividicador*
Esta especie de Mujeres, hombres y viceversa consigue aburrirme. Espero que no se me echen encima.
Una película española de los noventa y ambientada en los años treinta es la típica que rara vez vería si no fuera por el club del cine. Y aunque tampoco la haya disfrutado muchísimo, la verdad es que me ha entretenido.
La trama es original y sorprendentemente me ha mantenido expectante en todo momento. Mucho de esto tiene que ver con la forma en la que nos muestran a los personajes, que no sabes muy bien por dónde te van a salir. Lo mismo tienen un hijo trans que una relación abierta y no hay atisbo del menor drama. En esa casa todo se trata con naturalidad entre hermanas, padres, curas y desconocidos. Me cuesta creer que en esa época fueran tan modernos, pero vete tú a saber.
Otro punto a disfrutar es ver a todos esos actores cuando eran bebés. Qué fuerte toda esa gente hace treinta años y cómo han cambiado la mayoría. Y digo la mayoría porque en los noventa Doña Herminia ya hacía de yaya y Santiago Serrano de gañán (salvo que en vez de una pata de jamón, tenía una escopeta).
En general me han parecido todos bastante divertidos salvo el “prota”. Fernando, que pesado eres. Me ha dado muchísima pereza desde el principio y con cada nueva que liaba aun más. Menos mal que andaban por ahí las hermanas para dar un poco de vitalidad a la película porque menuda tela el muchacho.