Casey Affleck (2019)
La premisa de Light of my life bien nos puede recordar, de refilón, a Children of men pero no tienen mucho que ver. Mientras la película de Cuarón era acción traducida en una cámara agitada en Light of my life la – falsa – tranquilidad reina.
Con la primera escena ya sabes cómo pueden desarrollarse los hechos. Unos hechos, o un contexto más bien, que tiene por bandera la moral y la educación al menos de nuestros dos protagonistas mediante los cuales se muestra un gran estudio de esa relación paternofilial tan importante en la nueva realidad en la que viven.
Esta película, dicho vulgarmente, me flipa. Por esa relación sincera, por los «valores» que transmite (si nos fijamos el personaje de Cassey Affleck rehúye de las armas) y porque también en la jungla hay normas éticas.
¿Puede parecer «lenta»? Sí. Que a mí me parezca que tiene un ritmo justificado porque toda ella desemboca en esa última media hora de infarto no quita para que a otra persona se le hay hecho tediosa.
Simplemente me parece una película a la que no le saco ningún pero.
Por qué la he elegido: Cassey Affleck ha tardado nueve años desde que sacó su ópera primera hasta presentar Light of my life. Quería ver el resultado.
Dudaba entre darle cuatro estrellas o cinco pero, que diablos, se lleva el pleno por haberse sobrepuesto a todos los prejuicios que tenía con la película.
Realmente no se por qué, pero llevaba casi dos semanas posponiendo el visionado y ya se me estaba haciendo bola. No sé si era el título (que me sigue sin convencer), el cartel de la película o los pocos fotogramas que había visto para comprobar que los subtítulos estaban sincronizados, pero Light of my life solo me generaba rechazo.
Finalmente reuní fuerzas con el único propósito de quitármela de encima y, contra todo pronóstico, me ha flipado. Ha sido darle al play y ya quedarme atrapado con el cuento del arca de Art (¿A nadie le ha recordado a Fantastic Mr. Fox?), una escena larga y pausada pero que sirve de perfecta presentación para la relación padre-hija, que es el motor de la película.
He disfrutado también mucho de ir descubriendo todo el contexto en el que están los protagonistas. He pasado en unos pocos minutos de estar viendo una acampada de fin de semana de un padre y su hija a un mundo post-apocalíptico en el que las mujeres prácticamente han desaparecido. Cosas de ni siquiera leer la sinopsis.
A partir de ese momento, una sensación de agobio e inseguridad que dura absolutamente toda la película y que se transmite a la perfección por un padre preocupado (y con razón) por cada detalle. La he vivido mazo, y no he podido respirar tranquilo hasta el escopetazo del final. Que grande eres, Rag. Ya estás preparada para el mundo de mierda en el que vives. Y joder, que ganas de que llegue mi PS5 para poder jugar a The last of us 2, que podría ser perfectamente la continuación de esta película.
No tengo mucho más que decir de la película porque sobre todas las cosas buenas que tiene, me parece que la mejor es su simplicidad. Con cuatro pinceladas es capaz de hacernos sentir la hostilidad de ese mundo y de hacernos empatizar con sus protagonistas y con el viaje (físico y personal) que hacen.
Para mí, Light of my life lo tiene todo. Es agobiante, es tierna, es cruda e incluso por momentos es divertida (esa clase atropellada de sexualidad-sociología-pubertad que le da en 3 minutos). A nivel audiovisual también es una gozada, con esos paisajes nevados o esos silencios rotos por maderas crugiendo. Mi sensación es que todo funciona, todo suma. Hasta nos deja con un halo de esperanza al final.
Venga chavales, que de toda pandemia se sale.
¿No os parece la paradoja máxima que Casey Affleck haya escrito y rodado una película sobre lo mísero que sería el mundo sin mujeres? Casey Affleck. Casi más paradójico que yo dándole cuatro estrellas.
Sí, me ha gustado bastante Light of my life, y he vivido cada escena agarrada al cojín, sufriendo por Rag, como si esto fuera una película trepidante y llena de acción. Estresada también pensando cuál será la próxima distopía que vivamos en nuestra era y si será esta misma. Distopías como que un acosador sexual nos cuele el diálogo “When will the world be right again? -When it’s balanced” y se ponga el pin.
Quedémonos con las actuaciones: padre e hija están estupendos. A Affleck sabemos que le flipa un buen papel de padre atormentado, o sea que nada nuevo. También me ha gustado la manera de introducirnos en los temas poco a poco, desde el miedo, la plaga femenina, los rincones seguros… Todo gira alrededor de la relación padre-hijx y la pandemia se convierte en poco más que secundaria. Un ejemplo es la chapa de los primeros 15 minutos de película. Esa historia de los zorros del Arca de Noé ha resultado insufrible y lo único para lo que ha servido ha sido para hacerme sentir mal por no darme cuenta a la primera de que una persona de 11 años con el pelo corto no tiene por qué ser un chico.
Lo que sí es seguro es que si tengo que vivir en un mundo donde las mujeres están prácticamente extintas yo antes me inmolo. Y si encima tengo que aguantar que mi padre Casey Affleck me diga cada segundo que me quiere de aquí al sol de otra galaxia y vuelta te juro que me encargo yo misma de cavar mi propia tumba y suicidarme comiendo dos kilos de tierra si es necesario.
Lo mejor: Cuando Brie Larson no aplaudió a Casey Affleck al ganar su Óscar por Manchester by the sea.
Lo peor: Que me haya gustado tanto.
Hablando previamente con Enrique me decía que le recordaba a Children of Men y el videojuego The Last of Us. Y ademas yo añadiría The Road. Es verdad que mantiene similitudes en el ambiente postapocalíptico y el vinculo que desarrollas con la relación que sostienen los diferentes protagonistas. Y quizás por todas esas referencias que ya tenía, Light of my Life, me da la sensación de desgastada.
Empieza bien en todas las facetas pero no acaba de cuajar del todo. Los largos diálogos entre los protagonistas están logrados y consiguen que percibas esa unión entre padre y hija. El desarrollo de la trama es intrigante a ratos y tenso en algunos momentos. El desenlace tiene ese punto de incertidumbre que te mantiene en vilo. Pero según llegan los créditos me doy cuenta que mucho antes me iría a la experiencia de cualquiera de las otras ya mencionadas. Quizás sea porque tienen una historia de fondo mas redonda y contextualizada, aquí se apuesta mas por un desarrollo de la relación y educación del padre hacia la hija dentro de las circunstancias apocalípticas y deja demasiado en segundo plano un contexto que me hubiera gustado que estuviera mas presente.
Así que me quedo con una experiencia entretenida pero un tanto desilusionado por las expectativas de un género que me suele gustar bastante.
Las historias sobre distopías basadas en un, “y si ocurriera que…” siempre me han parecido atractivas pero tienen el peligro de acabar cayendo en terrenos muy manidos. En este caso creo que se acaban tocando clichés pero de manera acertada.
Lo más atrayente me pareció fue esa dualidad en la educación de Rag entre la búsqueda de una madurez, por lo que pueda pasar y la protección de la inocencia. Esta duplicidad también se presenta entre la amenaza de la sociedad destruida por la ausencia de mujeres y la ingenuidad de Rag al buscar el contacto con otros. Ambas situaciones se van desgranando de a poco, lo que, siendo una peli americana, se agradece que no te lo den todo pasado por el pasapurés desde el principio .Las sesiones de preguntas y respuestas sobre la moral y la ética están bien traídas aunque el papel de papá genial sabelotodo ya lo hemos visto en otras pelis como Capitan Fantastic (2016).
A nivel técnico la fotografía me parece convincente y te mete el frío en el cuerpo, mis dieses. Las escenas de tensión también están conseguidas, no te dan ganas de mirar a ver que hay en el WhatsApp. Las interpretaciones son también buenas aunque hay momentos en los que Cassey se le va la mano con la aptitud de perro mojado.
Como nota negativa diré que sobran todas las escenas retrospectivas. La necesidad de explicar todo al detalle en estas ficciones les quita la gracia, es mucho mejor dejar que el espectador elucubre que darlo todo hecho, lo hacen siempre y me pone de los nervios. En esta misma línea el mensaje moral es excesivamente claro, para asegurar que nadie se quede sin pillarlo y eso también le resta.
Light of my life nos traslada a un futuro bastante distópico, en el que las mujeres mueren a millones debido a un virus letal que solo las afecta a ellas. De primeras podríamos pensar que se trata de un mensaje feminista actual poco sutil, pero Casey Affleck es capaz de desarrollarlo de modo que, no solo nos metamos en la película, sino que incluso la vivamos con tensión.
Es bien sabido que el nombre de Affleck se ha visto salpicado por turbias polémicas relacionadas con el abuso sexual. Si bien el asunto, como suele ocurrir en estos casos, está un tanto difuso por las distintas perspectivas de ambos lados, la película dirigida por el hermano de Ben Affleck bien parece un intento de redención por su parte.
Casey Affleck, siempre notable como actor, dirige un drama con mucha tensión, y lo hace maravillosamente bien. En un mundo dominado por hombres, cuya mayoría haría cualquier cosa por volver a tocar a una mujer, un padre trata por todos los medios de proteger a su hija de semejante destino. Para ello, la viste de niño y la hace comportarse y hablar como un niño. Vagan por su cuenta los dos solos, por el bosque, evitando las multitudes a no ser que sea realmente necesario. La tensión va creciendo a medida que cruzan con nuevos personajes. Al igual que en tantas otras películas o series de este estilo, se pone a prueba la capacidad del espectador para juzgar a las personas a primera vista. Y al igual que nuestro protagonista no nos fiamos de nadie. Durante la película, encontramos hombres nobles, que darían su vida por proteger la de sus iguales, pero del mismo modo, también salvajes que la quitarían sin pensarlo por satisfacer sus más primitivas necesidades. La trama nos llevará a un frenético y tenso desenlace, en la que la violencia contenida durante la primera hora y media se desata con furia, entregándonos un poético y hermoso final, en el que el salvado es el padre, y la protectora la hija. Donde el hombre, de condición salvaje y dominante, es salvado por la mujer, generalmente débil e indefensa.
La película es dinámica, incluso aunque no pase nada, como durante la mayor parte de la película. Cabe destacar como la dirección y ambientación de la película logran transmititr una continua sensación de desasosiego y de tensión contenida, como ese bochorno agobiante que se suele sentir antes de una tormenta eléctrica. Una de las clave es el desarrollo de la relación padre-hija, en la que un hombre callado, áspero pero protector, trata de inculcar los valores de supervivencia a una cría que debería estar pensando en las cosas propias de su edad. La niña, excelente, transmite genial cómo se sentiría una niña de esa edad trotando por el mundo con su padre, sabiendo que en cualquier momento un salvaje podría hacer con ella cualquier cosa. Affleck también brilla en un papel al que nos tiene acostumbrados, el de padre atormentado, que pese a repetir, sigue convenciendo.