The mist

Frank Darabont (2007)

 

De las mejores ediciones de Gran Hermano que he visto en mucho tiempo. Basada en una novela homónima de Stephen King, como todxs sabemos, The mist consiste en mostrar los comportamientos humanos ante el miedo a lo desconocido y qué comportamientos, te los puedes creer o no, porque tenemos muchos perfiles representados:

1. El racional/escéptico. En este caso es un negro porque es la única manera de que le presten atención. Estas aquí para cumplir la cuota así que vas a morir pronto LO SABEMOS.

2. La del apocalipsis bíblico, tiene el coño más seco que el ojo de un tuerto, pero ha venido, irónicamente, a dar por culo.

3. La rubita del estampado “casa de la pradera” que, en el fondo, está feliz porque va a aprovechar todo esto para intentar follar.

4. El puto niño.

5. Los militares. Por fin una película que desvela su verdadero trabajo: NO HACER NADA.

6. El héroe sacado de una canción de Los Pecos. Mira, David, eres muy pesado, muy intenso. Ocúpate de tu hijo que seguro que vas de papiguay supermusculitos con las demás mamis en el parque y MÍRATE, tu hijo te la suda. Muy heavy lo tuyo.

A mí no me gusta elegir bandos pero claramente voy con los preciosos animalitos voladores tentaculosos. Me parece un ejercicio de pura soberbia pensar que no mereces morir y ellxs sí. Los monstruos somos nosotrxs, no las bestias que acechan en la niebla –ojito a la intensifyer que me acabo de marcar-. ¿Qué pasa? ¿Te has dado cuenta de que tu vida es una jodida mierda y no la has aprovechado? Te jodes David, esto te pasa por malgastar tanto tiempo en el gimnasio y ¿para qué? Si no te has tirado ni a la rubia que ¡¡hasta cuidaba de tu hijo!!

Lo mejor para el final, QUÉ FINAL, LIVING. Tienen cuatro balas, son cinco y aquí me surge una duda ¿Por qué no contemplan antes la opción del suicidio? Os traslado el debate. Tranquilxs que aunque no haya balas suficientes nuestro héroe de la superpop, sin pensárselo dos veces, se sacrifica por el resto. David, nadie te cree, fijo que eres de los que dicen: “Tranquila que yo te aviso” NO ME LO TRAGO. Bueno, o sí, pero aquí no estamos hablando de mí, no me lieis. Estás encantado de conocerte.

Dejando mi ensañamiento a un lado e intentando ponerme seria The mist es una película que me encanta y me engancha. El género del “terror” pasa a un segundo plano y el interés reside en el comportamiento de unos personajes muy bien trazados –aunque algunas conductas me sobren-.

Algo que me decepcionó fue revelar el monstruo. A veces es mejor sugerir que mostrar y, en este caso, con toda la atmósfera de suspense y misterio que nos acompaña era mejor lo primero. A ver, soy consciente de que quizá mis compañeros no perciban el suspense y el misterio del que hablo pero soy tan inocente que me enteré el otro día de que la pestaña privada de internet se usaba para ver porno, así que… ¿qué esperáis de mí?

A los pocos minutos de empezar a ver La niebla, me di cuenta de que ya la había visto. Seguramente las razones del olvido se encuentren en la propia calidad de la película, pero está claro que no debió de haber sido en un momento especialmente memorable, puesto que no recuerdo ni cómo ni dónde ocurrió tal cosa. La ventaja de todo esto es que, puesto que todo había desaparecido de mi memoria salvo algún pequeño detalle, he podido volver a verla con los ojos limpios y sin saber cómo iba a terminar. Así que adelante.

En La niebla nos encontramos con una típica película americana de catástrofes y supervivencia. Coche todoterreno, casa con porche y familia feliz. A, B y C. Por si alguien pensaba que faltaba alguna letra en esta ecuación perfecta, despejamos las dudas: nuestro héroe es (sonido de tambores) el padre, que cumple con cada uno de los arquetipos necesarios, esto es, guapo, valiente y con cuerpo de action man. ¿Se quita la camiseta? Se la quita.

La película, pese a lo que pueda parecer, tiene algunas virtudes. Para empezar, supera moderadamente la dosis de entretenimiento que propone, sin lo cual estaría ya perdida. Lo consigue a través de la generación de atmósfera y tensión, concentrando casi toda la trama en ese supermercado que a veces parece un badulaque y otras el puto Carrefour. El gran acierto de la cinta, sin embargo, está en su apuesta por cierta telerrealidad. Las diferentes escenas de discusiones, incertidumbres y conflictos entre los personajes, grabadas con cámara en mano y rodeando cada una de las situaciones, ofrecen una sensación documental tremendamente poderosa.

Cuando aparecen los monstruos, eso sí, todo se convierte en artificioso, mediocre y convencional. Los efectos especiales no son gran cosa, y todas estas escenas de acción están excesivamente dibujadas para la previsible evolución de los acontecimientos y para provocar los supuestos repuntes emocionales de la historia. Por ello, lo más interesante de La niebla está en la observación de cómo las personas podemos reaccionar cuando la muerte nos acecha, cuando una amenaza exterior cuestiona nuestra supervivencia. El miedo, la desesperación o la búsqueda de la fe quedan bien reflejados en determinados momentos. Y en este sentido, la verdadera sensación de terror de la película no está en los tentáculos o las arañas, sino en aquel plano (esta vez sí, sorprendente) de una señora tendida en el suelo con el bote vacío de pastillas a su lado.

Dicho esto, la película, como le ocurre a otras muchas de su mismo género, posee algunos momentos tan patéticos como risibles. Porque claro, en una situación de máxima urgencia, cuando el protagonista abandona el supermercado en busca de medicinas a un establecimiento contiguo y peligroso, y tras haber pronunciado la frase: “¡Rápido, vayamos a por lo más necesario y abandonemos este lugar cuanto antes!”, lo primero que hace es apresurarse a coger (chan, chan) ¡una revista! Maravilloso. Sin embargo, los highlights de la comedia siempre tienen como eje central a nuestra querida profeta fanática. Que me perdonen mis vecinos por la carcajada en el instante en el que aquel bicho implacable le perdona la vida, constituyendo todo un acto de convencimiento piadoso. Ni en la Biblia tuvieron tanta imaginación. Este momentazo solamente puede ser superado cuando uno de los personajes, integrante de aquellos que todavía no han sucumbido al yugo religioso, compara los discursos de la señora con los de Fidel Castro.

Hasta la llegada de sus minutos finales, La niebla me estaba generando una curiosa mezcla de entretenimiento, ligero interés y vergüenza ajena. No obstante, el desenlace de la historia me ha provocado directamente el definitivo sentimiento de la indignación. Hacía tiempo que no veía un final tan ruin y manipulador. (SPOILER DEL FINAL) Porque la única razón por la que de repente, por arte de magia, desaparece la niebla (así como los monstruos, uno de 150 metros entre ellos), es para hacernos sentir pena y desconsuelo por el trágico destino del protagonista y sus acompañantes. La extinción de la amenaza es incoherente y súbita, y solamente se justifica por la desgarradora tarea del personaje principal, ejecutada previamente de manera independiente.

El análisis de The mist se me hace especialmente difícil de escribir por la relación que he tenido con la película. Cuando vi que tocaba verla me dio toda la pereza por ser de un género que no me llama nada. El cine de terror no suele darme miedo y hasta llega a parecerme absurdo. Pero bueno, una parte de mí quería verla precisamente por eso, por ser algo a lo que no estoy tan acostumbrado, que para eso estoy en un club de cine.

Luego apareció nuestro querido amigo Jorge G para pedirme que la viera y poder comentarla durante una cena (¿para cuándo una oficial con todos los miembros?). Pues no estará tan mal, pensé, dará lugar a debate. Cuál fue mi sorpresa cuando al segundo de subirme al coche rumbo a la cena, Jorge empezó a despotricar de todos y cada uno de los apartados y detalles que tenía la película. Todo mal. Todo estaba mal para él. Pero eso ya lo leeréis en su crítica.

El caso es que a mí me gustó. Después de escuchar todas las pegas que se le pueden sacar incluso siento cierta vergüenza al reconocerlo, pero así es. Tal vez tuviera que ver con la siesta que me eché antes de verla y lo receptivo que estaba, o las pocas expectativas que tenía en el género, pero el caso es que me pareció muy entretenida e incluso en algún apartado, destacable.

Obviamente yo también vi muchas cosas que chirriaban, especialmente en el comportamiento de los personajes. Tenemos al hombre que tira de racionalidad y se va junto a sus aliados a dar un paseo por la niebla, incluso cuando se ve que, como mínimo, algo raro pasa. El héroe americano que antepone el ir a por tiritas para un tío (que no conoce y que está a punto de morir) a cuidar a su propio hijo. Incluso tenemos a los animales-alien que matan estratégicamente a un personaje por escena para que la película no acabe a los veinte minutos, como ocurriría si fuera medianamente coherente con el mundo que te presenta.

Los monstruos, esa es otra. Me parece que se cargan todo el factor psicológico enseñándolos en el minuto uno. ¿Qué gracia tiene saber que se están enfrentando a pulpos e insectos gigantes desde el principio? Un poco de sutileza, joder. Con lo que hubiera molado que jugaran con la incertidumbre de no saber que había en la niebla o incluso con la posibilidad de que no hubiera nada. Al final la parte más sobrenatural se soluciona con escenas de acción más que de miedo, meh.

Así que una vez perdida la parte de terror, solo nos queda el drama humano, que es lo mejor sin duda. Si conseguimos abstraernos un poco y pasar por alto algunas posturas un tanto radicales que tienen los personajes, nos encontramos ante una situación extrema en la que salen las partes más primitivas de los hombres y mujeres que se quedan encerrados en el supermercado.

El crecimiento del grupo de religiosos es sin duda lo que más he disfrutado. Un gran reflejo de como la religión, encarnada por una loca, se aprovecha de una situación de crisis para engañar y adoctrinar a los más ignorantes. Y como colofón a esta parte, la muerte de Mrs. Carmody. Buah, como lo he gozado. He celebrado cada tiro que le meten como Edu Aguirre cada gol de CR al Atleti para eliminarles de Champions. Menuda semanita de decepciones, Jorge.

  • TEST DE BECHDEL

Lo pasa con la escena en la que Amanda ofrece su amistad a Mrs. Carmody y esta le dice que si quisiera una amiga como ella, la cagaría. Sororidad.

Sabias que…El actor encargado de protagonizar el film también formó parte del proceso de edición del mismo, ya que en ese momento estaba aprendiendo técnicas de edición de vídeo.

The Mist me parece principalmente una película cutre. Si quiso impresionar con los monstruos, impactar con algunas escenas mas gores o poner de manifiestos los conflictos psicológicos de los personajes a mi nunca me llego, en mi cabeza las imágenes son tan ridículas como si del ultimo titulo de Scary Movie se tratara. Mi visionado hubiera llegado sin lugar a dudas hasta la aparición del primer tentáculo en el supermercado, hasta ahí una puesta en escena inicial que sin deslumbrar todavía me parecía interesante.

Todos y cada uno de los personajes del film actúan de manera irracional. Es evidente que esta ocurriendo algo raro fuera, da igual un puñado de personas están dispuestos a sacrificarse y ademas riéndose de todo. ¿Me arriesgo y abandono a mi hijo por un puñado de medicinas? ¿por qué no? Y así lucimos un par de monstruos. Que una loca cree que se debe todo algo divino pues no la sigue la mayoría del supermercado sino que ademas ya están organizados en medio día como si se tratase de Al Capone y los suyos, de risa…

Y si lo que buscas es un tópico detrás de otro esta también es tu película. El protagonista, un héroe de los de capa desde el minuto uno, todos van a consultarle si pueden ir al baño o no. La escena de la promesa con el niño no tiene desperdicio tampoco. El donnadie feucho y bajito que en su vida normal no vale para nada pero que tiene unas habilidades sorprendentes en momento de crisis hace su trabajo hasta que ¡sorpresa! Muere. Y podría seguir así eternamente.

Y para terminar de apuntillar todo nos encontramos con la chapuza de final, en el que una vez mas es totalmente irracional. Que sea impactante no siempre es sinónimo de bueno, en este caso, cutre y forzado.

Alguno dirá, pero es una peli de serie b sin apenas presupuesto etc… ya ¿ y qué?

Telefilm de la hora de la siesta con una curiosa y llamativa alegoría del comportamiento humano en una situación límite donde el fundamentalismo religioso se erige una vez más como el hostil enemigo.

En cuanto a la historia, el desarrollo de esta cuenta con un tratamiento bastante interesante con un final impactante y poco esperado debido a su naturaleza catastrófica. Es cierto que peca en ocasiones de sin sentidos que vienen motivados por la apocalíptica situación con disposiciones heroicas que difícilmente podrían encontrarse en circunstancias parecidas, pero que seria del mundo del cine sin las osadas efemérides tan americanas y tan típicas. Personajes prototípicos con un trasfondo inexistente, pero con un desarrollo interesante, sobretodo centrándose en el personaje sectario de la fundamentalista religiosa, que va creciendo a medida que las falsas profecías de la Biblia van adquiriendo sentido. Pero ese es uno de los grandes engaños de la religión, que las lecturas de un libro se pueden interpretar de la manera que se quiera para acabar creyendo lo que uno quiere.

Centrándonos en un aspecto más técnico, las actuaciones son bastantes mediocres, los efectos son cutres a más no poder y la ambientación bastante menesterosa, siendo el conjunto bastante deficiente, asemejándose a las películas de los fines de semana que ponen en antena 3 a la hora de la siesta.

Con todo esto es una película curiosa que no volvería a ver jamás pero que se me ha hecho corta y entretenida.

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