Being the Ricardos

Aaron Sorkin (2021)

 

La primera vez que la vi tuve que buscar si era Nicole Kidman porque no la vi por ningún lado. En el segundo visionado, la verdad, me di cuenta de que sí se ve que es ella detrás de una caracterización muy bien hecha.

Being the Ricardos es esa película que trata sobre cómicos pero en la cual la comedia es «lo último». Es decir, se muestra todo lo que rodea a la comedia en la televisión que básicamente es un guión bien pensado pero no es una película desternillante. Esto es maravilloso.

Representar todo el entramado que oculta la televisión es el mejor punto de vista que podía tener. Lucille NO era tonta, se hacía la tonta que es muy diferente. La discusión con su amiga y compañera de reparto de sitcom es tan reveladora: «a la gente le tengo que gustar yo, no tú.» Wow. Los diálogos y, por lo tanto, el guión tienen tal franqueza e ingenio que consiguen atrapar al espectador. Javier Bardem está correctísimo, los decorados y la ambientación así como la banda sonora son piezas que encajan a la perfección.

Otro gran acierto a nivel de guion son los flashbacks que consiguen transmitirnos las motivaciones y anhelos de los personajes. 

Y, por último, si nos ponemos marroneros podíamos pedir más trapos sucios del mundo de la televisión pero a buen entendedor pocas palabras bastan y con todo lo que se muestra aquí que cada uno saque sus conclusiones.

Lo que más me ha gustado de la película, sin duda, ha sido el reparto. Absolutamente todos los actores y actrices me parece que lo hacen genial. Javier Bardem a priori siempre me da pereza pero también siempre acaba convenciéndome. Nicole Kidman no se si hace mucho que no la veía o qué, pero está irreconocible físicamente. Papelón también. El resto de actores, guionistas, ejecutivos… Todos geniales. Esa sensación de que fuera la escena que fuera iba a ser buena.

La historia de la película, pese a no interesarme mucho, me parece que está muy bien contada. Hace algo bastante guay: no tratar de estúpidos a los espectadores. Que es precisamente lo que critica Luci de algunas escenas de su serie. En ocasiones me ha resultado un poco caótico tanto salto temporal y no sabía muy bien ubicar el momento en el que ocurría, pero como decía, creo que está bien narrada y que con un segundo visionado quedará todo más coherente (o tal vez habiéndola visto con un poco más de atención).

No tengo mucho más que decir. En general me ha funcionado todo. Iba bastante predispuesto a aburrirme y me ha encantado ver los entresijos del show con la sala de guionistas, las lecturas de guion o las negociaciones en los despachos.

Además creo que no es “pesada” con ninguno de los temas que propone (el embarazo, el papel de la mujer en los medios, etc.). Están todos integrados de manera natural, sin grandes discursos o lecciones evidentes.

Se la recomendaré a la gente.

Me ha aburrido a niveles muy pocas veces alcanzados. Las actuaciones no me han gustado, todo está impostado, y además, no le veo el sentido a la mezcla de película típica con entrevistas y flashbacks. Me parece que pierde el sentido y se convierte en algo sin personalidad. Tampoco sé qué hace Bardem nominado por esto, la verdad. Le deben de tener verdadero cariño en las altas esferas de la industria americana. Eso sí, el tío canta bien, se lo reconozco.

El caso es que Being the Ricardos es la típica película estadounidense que a nadie le importa y que no habría cambiado la vida de nadie si no se hubiera realizado, una película que cuenta con actores y actrices muy famosos que básicamente solo se han metido en el proyecto para ganar dinero y seguir haciendo girar para ellos la rueda del poder, aumentando así su elitismo y por supuesto, sus egos. Una película hecha para Hollywood y que nosotros, los humildes peatones españolitos, nos tragamos porque nos viene dada.

No me gusta que a Nicole Kidman la pongan de cera y no podamos ni siquiera distinguir los gestos que hace con la cara. Tampoco me gusta ese rollo de “mujer diferente, especial y fuerte” que deja al resto como copias tontas. Y la verdad, me interesan súper poco los cuernos que Desi le pone a Lucy o le deja de poner. Para rematar, diré que para ver una película de un cubano no era necesario fichar a un actor español que trabaje en Los Ángeles. Chico, que el mundo no gira alrededor de Hollywood.

Menos mal que este blog no lo leen Kidman, Bardem ni Sorkin, porque normalmente no me levanto tan hater.

Aaron Sorkin ha hecho cosas muy buenas, como la primera temporada de The Newsroom, así que tuve una buena disposición a la hora de ver la película aunque no fue suficiente. En general me pareció una película algo plasticosa que creo que va siendo algo típico de las producciones de la plataforma. Mucho marketing y pocas nueces.

Hay una pátina de manufactura en este tipo de películas que ya me da algo de rechazo. Por un lado, se da todo muy mascado, por otro, las actuaciones están muy exageradas a lo Hanna Montanata. Además, cuando se sobrepasa “la barrera Disney” de los 100 minutos sin necesidad me pongo nervioso. Parte de este recubrimiento que en este caso parece hecho adrede es el arte y la iluminación, a mi parecer algo cutre, puro decorado de telenovela.

El personaje principal interpretado por Nichole Kidman me voló un poco la cabeza, no llegué a entenderlo da muchos bandazos que me parecieron ilógicos. El papel de Bardem en 2021 ya roza lo ridículo. Jamás entenderé esta cosa de los yanquis de elegir a españoles para interpretar a latinos. Si ya sé, para ellos todos somos mexicanos.

Creo que sin conocer o tener referencias anteriores de “I Love Lucy” la película no tiene ninguna gracia. Entiendo que todo el tema nostálgico funciona muy bien con los estadounidenses, como si aquí hicieran una película del “Un Dos Tres”.

En resumen, una película destinada al público estadounidense, que funciona únicamente porque la historia basada en una historia real es interesante. Los únicos puntos a su favor son el dar a conocer a Lucille Ball y que salen buenos temas de rumba, me pase todo el día cantando “they call me Cuban Pete I`m the King of the Rumba Beat” sorry not sorry.

El problema aquí es el poco interés que me suscita todo lo que se cuenta. A partir de ahí cualquier cosa aceptable de la película se me desmorona en un tedio insoportable. Las interpretaciones, con un gran reparto, la estética y el guion diría que son aceptables.

Película de hollywood hecha para hollywood, o para fans de I love Lucy, no me interesan muchos los egos detrás de la pantalla, los cotilleos y los dramas de parejas de éxito. Increíble, eso si, la capacidad de vendernos al resto del mundo una historia como esta, no me imagino lo mismo a la española ni en la propia España. Bardem haciendo de cubano es el colofón del puedo hacer lo que quiera.

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