Anna and the apocalypse

John McPhail (2017)

He elegido esta película al estilo Guns Akimbo porque quería un poco revivir esa sensación, el odio satisfactorio y el placer culpable. Me apetecía unir estas fechas con una película navideña pero no del todo, y aquí está el resultado. Espero que la hayáis sentido un poco Christmas guilty pleasure, que de vez en cuando un bailoteo de adolescentes matando zombis deja buen sabor de boca.

Es verdad que las canciones no son muy memorables, como en general la película en sí, pero durante el metraje puedes incluso desarrollar un gusto por la trama. La música me recordó a una mezcla malilla entre Cranberries y One Direction, así sin complejos. El guion y argumento son bastante chorras, pero lo bueno es que no pretende ser otra cosa más que eso. Puede ser disfrutable durante un breve rato, pese a que sabe a poquito.

Los personajes son unidimensionales y sin apenas recorrido, aunque también se agradece que a pesar de caer en estereotipos, sepa reírse mientras se reboza en ellos. La falta de desarrollo de los personajes hace que te dé un poco igual quién viva y quién no, pero ahí en cambio pueden jugar la baza de sorprenderte con el final. Yo al menos no me esperaba que justo sobrevivieran esos tres.

Me ha recordado a Little Monsters, una película con una trama más o menos parecida pero infinitamente peor, la odié a muerte, así que esta me ha permitido volver a creer en la fórmula zombis + humor + canciones. Me he reído varias veces, así que me doy por satisfecha. La verdad es que es una película tan simple que difícilmente podemos extraer algo mucho más interesante que comentar.

Lo mejor:

    • Me ha dado la motivación última que necesitaba para volver a ver Glee.
    • Estoy convencida de que yo tendría la misma conversación de adivinar qué famosos están contagiados o no.
    • El momento musical de malotes matando zombis me ha dado tanta vergüenza ajena que ha pasado a ser placentero.
    • Otra que felizmente se suma a mi lista de “películas con escenas en cementerios”.

¿Es Anna and the Apocalypse la peor película que he visto? Probablemente no. Pero quizás si la peor que me he visto obligado a terminar y prestar atención para después escribir algo sobre ella.

Cuando le eche un ojo antes de empezar a verla enseguida me tuvo muy mala pinta, tan mala pinta que en vez de llegar con expectativas bajas empece a pensar que podía esconder algo, error. Es un popurrí de géneros con los que me llevo bastante mal, el musical nunca ha sido de mi agrado y el terror-zombi tampoco me atrae mucho. La temática teeneger siempre me gana cuando esta bien hecha pero por contra, como es el caso, cuando flojea suele dar un resultado patético. Tiene una cosa que a mi parecer la describe perfectamente, es una parodia de todos esos géneros y en realidad no distingues bien si lo quiere ser.

Empieza con un tono de humor de los que te hace mirar la pantalla como si estuvieras saliendo en ella desnudo, con muchísima vergüenza ajena. Cuando te acostumbras al tono y aguantas el tedio de las cancioncitas piensas que lo peor ha pasado, segundo error. Mucho más agotador es el rollito más sentimentalista que adquiere.

Feliz 2021, Anna.

High school musical, gremlins y the walking dead. Eso es Anna and the Apocalypse pero, sobre todo, High school musical BIEN. Un aplauso a la originalidad de mezclar el género musical con ¡zombies! Puede parecer arriesgado pero el producto es una maravilla.

Personajes verdaderos que tienen «dramas» reales como ser adolescente. Dura etapa. El rollo buenista se deja a un lado, por mucho que sea un musical los problemas están ahí y, por ejemplo, no les tiembla el pulso al eliminar personajes que nunca esperarías que les sucediera nada malo. Olé.

No sé qué pensaréis de los temas musicales pero al margen del tipo de música que te guste a mí me parecen bastante bastante decentes y escuchables (lo de bailables lo dejo para el que se atreva). Especialmente los primeros cuando «no sabemos» que van a salir zombies, ese tema que hace un guiño a la actuación de la cafetería de High School Musical.

¿Que puede pecar de personajes arquetipicos? Puede ser pero en este tipo de películas da igual. Desde que aparece el primer zombie sabemos que hemos venido aquí a ver algo «nuevo» que tenga algunas carencias por otro lado, en este caso, no importa.

Muy fan del shippeo Anna y John y muy rota por lo que le pasa a este último. Es un zas en toda la boca para los que pensábamos que ya estaba todo hecho y sabíamos lo que iba a pasar. Pues no, listo.

Escribo esto mientras escucho la banda sonora y lo mejor que puedo decir es que me ha trasladado a tiempos de glee (casi lloro con ese Break away entre taquillas de instituto). Varios temas podrían firmarlos los New Directions en la época en las que les dio por componer canciones originales. Canciones pop, simples y sobre problemas de adolescentes, sí. Pero qué temazos.

No vamos a descubrir ahora que cualquier mierda me la vendes con canciones y te la compro encantado. A eso le sumas el Coming of age y ya me tienes. No le he dado cinco estrellas porque el tema de zombis me da un poco de pereza, pero el resto lo he gozado. Vamos, es que me parece divertidísima. Varias veces me he reído.

Y ahora voy a comentar mis actuaciones favoritas, porque me apetece:

Break away: adolescentes buscando su lugar en el mundo. Y cantando. Todo lo que me gusta.

Hollywood ending: el amor romántico es un invento de El Corte Inglés, mi tema favorito. Un musical no está completo sin su número en el comedor de instituto.

It’s that time of the year: un villancico de follarse a Papa Noel. Mágico.

Turning my life around: otra vez, adolescentes motivados con su futuro (mientras el mundo se va a la mierda). Y que bailongos.

Y atención, que todas esas aparecen en la primera media hora. En ese momento no había dudas de las cinco estrellas, y más si pudiera. Luego ya llegan los zombis y alguna escena sentimental que no pega mucho, pero aun así hay buenos temas.

Con esta película doy por inaugurada y terminada la Navidad, quedando un buen balance de la misma. Feliz Navidad a todos.

Mataba a Beyonce zombi. Me follaba a Miley zombi. Me casaba con Rihanna zombi.

Una bizarrada zombie bien llevada. Siendo bastante fan de Glee la conjunción instituto y musical la tengo bien trillada. Los numeritos musicales tienen una duración perfecta, aunque me quedé con ganas de que hubiera alguno más. Sin duda el cante y el baile fue lo que más me gustó de la película.

El reparto también está bien excepto algún secundario más bien flojete, saben lo que se hacen además Nick (Ben Wiggins) es el doppleganger de un amigo y me eché unas buenas risas con eso. El director del instituto es un personajazo bien caricaturizado. Anna (Ella Hunt) hace un papelón sale en casi todas las escenas y aguanta la peli ella sola casi.

Quizás se las bromitas podían haber estado mejor cuidadas, pero me suele pasar con el humor dirigido al público anglosajón, protestantes, ya sabéis…

El final como nos cantan no es un festival de Hollywood.

Gracias elegido una peli con temática navideña, creo que fue lo más festivo que hice el día 25.

Creo que el único propósito de Anna and the apocalypse es entretener y hacerte pasar un buen rato sin tomarse muy en serio a sí misma. Partiendo de esa base, no puedes esperar ver una peli seria o con un argumento mínimamente sólido. Lo que sí esperaba era reírme algo, o cuando menos pasar un rato entretenido. No lo conseguí.

En primer lugar, el género zombi está más que agotado a estas alturas. En los últimos 20 años se han hecho buenas pelis y series de terror (28 días después, The Walking Dead), y también ejemplos de quienes han querido jugar con la comedia obteniendo resultados satisfactorios (Shaun of the dead, Zombieland). En Anna no se consigue ni una cosa ni la otra. No aporta nada nuevo salvo que se trata de un musical, pero entre que no soy muy fan de ellos y que la trama no acompaña en absoluto, el interés por cada escena se diluye completamente.

Los personajes son absurdos, lo cual puede ser premeditado, pero no deja de resultar molesto. Me parece digno de mención el personaje del novio, un gilipollas que disfruta rompiendo cráneos de zombis 5 minutos después de un apocalipsis zombi, pero que con dos escenas verdaderamente dulces trata de redimirse a los ojos del espectador (y de una conmovida Anna) justificando su comportamiento al haber tenido que matar a su padre para que no se transformase. También quiero resaltar al director psicópata, el único personaje que me cae bien de la película, pues quiere librarnos de todos los demás personajes tediosos e insípidos, aunque no me queda muy claro por qué.

No quiero extenderme mucho más, hay muchas películas por ver, tanto antiguas como nuevas, y gastar 110 minutos viendo esto se me antoja casi trágico.

Los zombies son un tema que me aburre, pero desde febrero no puedo evitar compararlo con el COVID y que me haga gracia.

La película en mi opinión es bastante sin sabor. Según empieza es muy Glee, infantil y estereotípica, las canciones no son muy buenas y termina siendo innecesariamente larga. Demasiados personajes, agujerazos de guión, argumento flojo, recursos no muy interesantes (y en caso de usar alguno hace ruido)… No quiero decir cosas malas porque es el trabajo de alguien, pero la última hora me costó verla. Hacer una película no es algo fácil y cuando puedes hacerla lo más seguro es que tengas encima mil personas diciéndote “esto si, esto no, esto le gusta más a mi primo así, ya sabes”. Algo que considero que el director del Episodio VIII de Star Wars ignoró y por ello (y otras razones) creo que es el mejor episodio.

Me hizo mucha gracia la escena de los selfies, el paralelismo con el COVID me entretuvo y la iluminación no está mal.

Importante. No me mola que no pueda existir una amistad chico-chica si no hay tensión sexual por un lado. También me pregunté: si un bebé se hace zombie ¿envejece? Porque si no vaya ruina de existencia ¿no? No podría moverse, sería como una masa que muerde.

Le doy 2 estrellas porque es un musical y hay que apoyar este género.

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