Hell or high water

David Mackenzie (2016)

 

Jorge, para ya con las películas de cowboys, por favor. No se si es mala o es que simplemente ya estoy saturado, pero que aburrimiento.

Lo peor es que son todas iguales. Da igual la época en la que estén ambientadas, que son indiferenciables. Esta he descubierto que era en la actualidad por un smartphone que aparece, pero podría transcurrir en los años 70 sin problema.

Entiendo que tiene una crítica política detrás, con el tema del petroleo, los bancos y demás, pero sinceramente yo sólo veo señores con gorros, disparándose y haciéndose los chulos. El resto ya no me llega.

Encima el protagonista parecía un Brad Pitt de Hacendado, o eso he estado pensando toda la película. Y no es que me parezcan malas las actuaciones, pero son las mismas que he visto un millón de veces.

Me estoy obligando a escribir esta crítica tres días después de haber visto la peli porque creo que si pasa un solo día más la habré olvidado por completo. Una más de las que entra a mi lista de “¿pero estoy segura de que yo he visto esto?”. Reconozco que el título no ayuda nada. Hell or High Water, pos ok. Por una vez gana el nombre en español: Comanchería. Un nombre tierno, cringe, mucho más marica que la peli.

No sé qué le pasa a Jorge que está muy interesado en que veamos todas las películas del Oeste que existen, pero al menos esta me tuvo mucho más entretenida que la que vimos hace poco de los Coen. Ciertamente todo lo que sea un road trip me mantiene lo bastante atenta como para seguir el hilo y hasta coger cariño a los protagonistas e incluso los coches. Pero es verdad que tres días después, ya en frío, en mi recuerdo solo hay restos de una peli de masculinidad rebosante con muchos hombres que se creen importantes (a cada cual se cree más), que se toman todo super en serio y viven la vida creyendo que deben salvar al resto. El hermano a su hermano, el otro hermano a sus hijos, el policía al pueblo. Yo solo quería que la camarera que sirvió a Chris Pine terminara con un poco más de dignidad, aparte de la buena propina que el sheriff le robó.

A todo esto, es la primera película que veo con Chris Pine desde que Harry Styles le ‘escupió’ y es verdad que ese ha sido un punto de desconcierto, pues su actuación no ha sido lo suficientemente buena como para hacerme olvidar semejante momento histórico. De la cara de su hermano directamente me he olvidado, así que sí, podemos confirmar que pasó sin pena ni gloria por mi diario personal de películas.

No pasa el test de Bechdel, por si quedaba alguna duda.

Tenía esta película en mi watchlist desde hace tiempo, concretamente desde su estreno y posteriores múltiples nominaciones a múltiples premios (mucha nominación pero lo que es premios pocos).

Mi sensación final ha sido un poco «sin más», la verdad. No sé si por la película en sí o por la sensación de estar viendo algo que ya he visto y que sé cómo va a terminar. El hermano bueno y el malo; el sheriff viejuno que se va a retirar y aunque aparentemente sea un rancier se nota que quiere a su compi que, como no, es de otra raza; personajes femeninos casi inexistentes y totalmente irrelevantes (de 4 que salen, 2 lo hacen para meter fichita al guapito de Chris Pine, aham)… Mi sensación al acabarla ha sido un poco como «pos ok, otra más».

Hay cosas que sí me han gustado. Como siempre, nada me puede gustar más que una película que ponga en evidencia las mierdas de EEUU (ella antiyankee siempre). No sé si en algún momento se menciona en qué año estamos, pero por lo que ven mis ojos, casi podrían ser los 60 por el cutrerío y degradación de las ubicaciones. Lo más moderno que he visto son las gafas rollo Arnette 2009 del hermano loquer. 

Mi parte favorita: cuando en el último atraco entran los hermanos apuntando con sus pistolas, y todo el mundo les mira y casi ni se inmutan, hasta que les gritan. Es lo que tiene EEUU: por qué asustarse al ver un arma si tú llevas otra en el bolsillo. Esa escena completa, lo mejor de la peli.

También me ha gustado mucho que se destaquen las bondades del madrugar. Como firme defensora del madrugar, me ha hecho ilusión. Porque da igual que sea para robar bancos o salir a correr, ¡madrugar es vida!

Creo que la película critica más o menos implícitamente muchas cosas, igual hubiera agradecido más profundidad en esto, es como si pasara por encima de algunas cosas de forma muy superficial. Puede que no fuera ese su objetivo, pero a mí me habría valido para ponerle una estrellita más.

Otras cosas a destacar:

  • He tenido que mirar muchísimo los subtítulos.

  • Amor eterno a Jeff Bridges, sea el «dude» o un sheriff viejuno barrigón con una patata en la boca.

  • ¿De verdad todo el mundo en Texas lleva gorro de Pasión de Gavilanes?

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